viernes, 18 de enero de 2008

"Los nadies"

Este texto de Eduardo Galeano habla sobre aquellos que sobran, que nadie quiere cruzarse pero que, por lo menos alguna vez, deberán mirar a los ojos. Ojalá alguna vez dejen de existir, pero no a fuerza de balas, paco y bastonazos, sino a fuerza de educación y trabajo.

Los nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

"Los nadies"

Una teoría por demás interesante........

Tres novelas ejemplares y un prólogo.

-Miguel de Unamuno-


(Extracto)


¿Qué es lo más íntimo, lo más creativo, lo más real de un hombre? Aquí tengo que referirme, una vez más, a aquella ingeniosísima teoría de Oliver Wendell Holmes-en su The autocrat of the breakfast table, III-sobre los tres Juanes y los tres Tomases. Y es que nos dice que cuando conversan dos, Juan y Tomás, hay seis en conversación, que son:

Tres Juanes
1. El Juan real; conocido sólo para su Hacedor
2. El Juan ideal de Juan; nunca el real, y a menudo muy desemejante de él.
3. El Juan ideal de Tomás; nunca el Juan real ni el Juan de Juan, sino a menudo muiy desemejante de ambos.

Tres Tomases
1. El Tomás real.
2. El Tomás ideal de Tomás.
3. El Tomás ideal de Juan.

Es decir, el que uno es, el que se cree ser y el que le cree otro. Y Oliver Holmes pasa a disertar sobre el valor de cada uno de ellos. Pero yo tengo que tomarlo por otro camino que el intelectualista yanqui Wendell Holmes. Y digo que, además del que uno es para Dios-si para Dios es uno alguien-y del que es para los otros y del que se ree ser, hay el que quisiera ser. Y que éste, el que uno quiere ser, es en él, en su seno, el creador, es el real de verdad. Y por el que hayamos ser, no por el que hayamos sido, nos salvaremos o perderemos. Dios le premiará o castigará a uno a que sea por toda la eternidad lo que quiso ser. Ahora que hay quien quiere ser y quien quiere no ser, y lo mismo en hombres reales encarnados en carne y hueso que en hombres reales encarnados en ficción novelesca o nivolesca. Hay héroes del querer no ser, de la noluntad. Mas antes de pasar más adelante, cúmpleme explicar que no es lo mismo querer no ser que no querer ser. Hay, en efecto, cuatro posiciones, que son dos positivas a) querer ser; b) querer no ser; y dos negativas: c)no querer ser; d) no querer no ser. Como se puede: creer que hay Dios, creer que no hay Dios, no creer que hay Dios, y no creer que no hay Dios. Y ni creer que no hay Dios es lo mismo que no creer que hay Dios, querer no ser es no querer ser. De uno que no quiere ser difícilmente se saca una criatura poética, de novela; pero de uno que quiere no ser, sí. Y el que quiere no ser, no es; ¡Claro!, un suicida. El que quiere no ser lo quiere siendo. ¿Qué? ¿Os parece un lío? Pues si esto os parece un lío y no sois capaces, no ya sólo de comprenderlo, más de sentirlo y de sentirlo apasionada y trágicamente, no llegaréis nunca a crear criaturas reales y, por tanto, no llegaréis a gozar de ninguna novela, ni de la vuestra vida. Porque sabido es que el que goza de una obra de arte es porque la crea en sí, la re-crea y se recrea con ella. Y por eso Cervantes en el prólogo a sus Novelas ejemplares hablaba de "horas de recreación". Y yo me he recreado con su Licenciado Vidriera, recreándolo en mi al re-crearme. Y el Licenciado Vidriera era yo mismo.

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Recomiendo sinceramente leer su novela "Niebla", un texto que no tiene ningún tipo de desperdicio.

jueves, 17 de enero de 2008

"El breve espacio en que no estás"

Seguimos con las canciones de noche, esas que alimentan la nostalgia y la esperanza, en partes iguales. A continuación, creo yo, una de las letras de amor más hermosas que pueda haberse escrito. Me quedo con la frase final....

El breve espacio en que no estás
(Pablo Milanés)

Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad.
En la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio
en que no está.

Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará.
Rompe todos mis esquemas,
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio
de lo que da.

Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
más se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.

No comparte una reunión,
mas le gusta la canción
que comprometa su pensar.
Todavía no pregunté "¿te quedarás?".
Temo mucho a la respuesta de un "jamás".

La prefiero compartida
antes que vaciar mi vida.
No es perfecta, mas se acerca
a lo que yo, simplemente, soñé.
(1984)


Disculpe el señor
(Joan Manuel Serrat)
Disculpe el señor
si le interrumpo, pero en el recibidor
hay un par de pobres que
preguntan insistentemente por usted.
No piden limosnas, no...
Ni venden alfombras de lana,
tampoco elefantes de ébano.
Son pobres que no tienen nada de nada.
No entendí muy bien
sin nada que vender o nada que perder,
pero por lo que parece
tiene usted alguna cosa que les pertenece.
¿Quiere que les diga que el señor salió...?
¿Que vuelvan mañana, en horas de visita...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
"Santa Rita, Rita, Rita,lo que se da, no se quita...?"
Disculpe el señor,
se nos llenó de pobres el recibidor
y no paran de llegar,
desde la retaguardia, por tierra y por mar.
Y como el señor dice que salió
y tratándose de una urgencia,
me han pedido que les indique yo
por dónde se va a la despensa,
y que Dios, se lo pagará.
¿Me da las llaves o los echo? Usted verá
que mientras estamos hablando
llegan más y más pobres y siguen llegando.
¿Quiere usted que llame a un guardia y que revise
si tienen en regla sus papeles de pobre...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
"Bien me quieres, bien te quiero,no me toques el dinero...?"
Disculpe el señor
pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y
curiosamente, vienen todos hacia aquí.
Traté de contenerles pero ya ve,
han dado con su paradero.
Estos son los pobres de los que le hablé...
Le dejo con los caballeros
y entiéndase usted...
Si no manda otra cosa, me retiraré.
Si me necesita, llame...
Que Dios le inspire o que Dios le ampare,
que esos no se han enterado
que Carlos Marx está muerto y enterrado.

Cada uno elige su camino

Ante todo, autodeterminación de los pueblos.....


Elecciones a la cubana

Manuel E. Yepe
Rebelión

Cuando triunfó la revolución cubana en enero de 1959, había en las masas identificadas con la revolución victoriosa una clara conciencia, prácticamente unánime, acerca de las cosas que habría que demoler. Entre ellas, el sistema electoral de representación, al que se le identificaba como propiciador y parte de la corrupción política y de la tiranía a que condujo.El que teníamos era una copia bufa del estadounidense, que nos fuera legado por la ocupación que sufrió la isla de 1898 a 1902, practicado con leves ajustes y modificaciones durante toda la etapa neocolonial que duró hasta 1958.Las elecciones, "esencia de la democracia", eran estructuradas de manera tal que resultaran favorecidos aquellos candidatos que movilizaran mayores recursos económicos para su campaña, lo que garantizaba que fueran sus compromisos con los sectores más acaudalados los que determinaran al ganador.En períodos de normalidad, la ciudadanía disfrutaba cada cuatro años del derecho a escoger a la máxima autoridad de la nación entre candidatos propuestos por partidos políticos que aseguraban el ejercicio real del poder a una oligarquía que no se sometía a elecciones de tipo alguno, económicamente dependiente del vecino norteño. Un panorama similar al resto del continente.Cuando las condiciones lo permitían, podían participar en los comicios fuerzas discrepantes que no significaran un peligro real para el control de la situación y, si se apreciaba una amenaza grave, se recurría al golpe de estado por parte de una oficialidad de las fuerzas armadas cuya fidelidad a los intereses de Washington estaba garantizada. Los golpistas habrían de ejercer el poder hasta que se pudiera regresar a la "democracia representativa". Las campañas electorales de los partidos políticos integrados en el sistema costaban muchos millones de dólares, casi todos aportados por los oligarcas y por grupos económicos que se disputaban mejores posiciones para incrementar sus ganancias, apoyando a uno, algunos o todos los aspirantes para garantizarse compromisos con los triunfadores y una mayor influencia en las decisiones del gobierno, dentro de la continuidad del régimen.Se llenaban de pasquines las fachadas, postes, puentes, tendidos eléctricos y telefónicos de todo el país, al igual que de anuncios electorales las vallas, la prensa, la radio y la televisión.Estos enormes gastos, tan desproporcionados respecto a la miseria que se observaba en la mayoría de la población, eran posteriormente retribuidos por los políticos a sus magnánimos contribuyentes mediante favores salidos de la corrupción más impúdica.Durante los primeros 15 años de revolución en el poder, la consigna de "elecciones, ¿para qué?", que surgió de una reflexión del líder de la revolución, Fidel Castro, expresó el sentimiento popular favorable al reconocimiento de la revolución como fuente de derecho y partidario del ejercicio de la democracia de manera directa.Con la nueva institucionalidad que tomó forma en 1976, se puso en práctica un nuevo sistema electoral plasmado en la Constitución discutida masivamente y aprobada en referéndum por más del 97% del electorado nacional en ese año.Así como la Constitución pretendía reflejar los grandes cambios ocurridos desde el triun­fo de la revolución que abrieron cauces para la participación del pueblo en la efectiva conducción de la sociedad, el nuevo sistema electoral quiso incorporar formas de democracia directa al carác­ter representativo que debía establecerse para la delegación de una parte de sus potestades que hace el ciudadano a favor de sus elegidos.Por eso, el sistema promueve una activa participación popular que se manifiesta en la facultad ciudadana de escoger, postular, elegir, controlar y revocar a sus represen­tantes.Los ciudadanos eligen en reuniones públicas de las diversas zonas vecinales que componen cada circunscripción electoral, los candidatos a delegados o delegadas a las asambleas municipales del Poder Popular—dos como mínimo y hasta ocho. Posteriormente los eligen, entre todos los propuestos, mediante voto directo, secreto y voluntario. Para ser elegido hay que recibir más del 50% de los votos válidos.Son las Asambleas Municipales, integradas totalmente por delegados directamente electos en la base, las que acuerdan las candidaturas de delegados a las Asambleas Provinciales y de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular que serán votadas por la población, también de manera directa, secreta y voluntaria.Las comisiones de candidaturas, integradas a nivel nacional, pro­vincial y municipal, por representantes designados por las organizaciones sociales, tienen la función de elaborar y presentar los proyectos de candidaturas para delegados a las asambleas pro­vinciales y de diputados a la Asamblea Nacional. En todos los casos están presididas por el representante de la Central de Trabaja­dores de Cuba.Esas candidaturas deben estar integradas, en un 50%, por delegados de la base y el resto seleccionados de entre las propuestas de personalidades destacadas formuladas por las organizaciones sociales –obreras, campesinas, femeninas, estudiantiles, de vecinos- y otras del país o la provincia, según el caso.Otra singularidad del sistema político cubano es que ningún representante, diputado o delegado de cualquier nivel, recibe remuneración alguna —salario, dieta o cualquier otra pres­tación o beneficio— por el desempeño de la labor para la que fue elegido.También se distingue el sistema electoral cubano por el hecho de que no participa partido electoral alguno. El Partido Comunista de Cuba no es un Partido electoral, sino la continuidad histórica del Partido revolucionario que José Martí organizó para promover la unidad de los cubanos para alcanzar la independencia de España y evitar la absorción de Cuba por Estados Unidos de la manera que lo lograron con Puerto Rico. En Cuba, no se admiten campañas electorales. La comisión electoral de cada circunscripción lleva a cabo la divulgación sobre los candidatos en pie de igualdad y éstos no pueden realizar por su cuenta actividad de propaganda a favor de su candidatura.Los candidatos a diputados y a delegados a las asambleas pro­vinciales realizan reuniones y encuentros con los electores de su distrito pero lo hacen juntos, excluyendo toda forma de pro­moción individual.El voto es enteramente voluntario, pero se estimula y promueve la mayor concurrencia posible a las urnas, lo que ya ha hecho tradición una participación masiva inimaginable en países que sufren grave abstencionismo crónico.La Ley Electoral vigente establece dos tipos de procesos electo­rales: Las elecciones generales, cada cinco años, para elegir a los diputados a la Asamblea Nacional y a los delegados a las asambleas provinciales y las elecciones parciales, que se llevan a cabo cada dos años y medio para elegir a los delegados a las asambleas munici­pales.Es la Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano supremo del poder del Estado y único órgano con potestad cons­tituyente y legislativa en la República, la que elige, primero, a su presidente, su vicepresidente y su secretario, y luego al Consejo de Estado —su órgano permanente de 31 miembros— a su Presidente, al Primer Vice­presidente, cinco Vicepresidentes, al Secretario y al resto de los miembros. Desde 1976, la Asamblea Nacional del Poder Popular ha electo en seis ocasiones consecutivas al Dr. Fidel Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y al General Raúl Castro Ruz, Primer Vicepresidente.El Consejo de Estado es el órgano de la Asamblea Nacional que la encarna entre uno y otro período de sesiones, tiene carácter colegiado y ostenta la suprema representación del Estado cu­bano.Tan insostenible resulta ya la dominación semicolonial de los Estados Unidos en América Latina que ni siquiera por medio del clásico sistema electoral diseñado para perpetuar la permanencia del poder en manos oligárquicas, han podido evitar que los pueblos impongan su unidad como arma para llevar al poder a sus líderes en los últimos tres lustros.El sistema electoral cubano, siempre en proceso de cambios, desarrollo y perfeccionamiento, no puede considerarse alternativa acabada al modelo que Estados Unidos considera único aceptable, sencillamente porque aquel responde a un orden capitalista basado en la competencia y este, socialista, está afirmado en la solidaridad humana.Pero otros pueblos hallarán también su camino.

lunes, 14 de enero de 2008

Poco para decir.....

Hace rato que el silencio se apoderó de este espacio. No siempre es buen momento para decir, entonces es necesario callar. Queda lugar para algunas frases, que a veces ayudan, aunque sea un poco, a palear situaciones. Aquí va una selección (corta, muy corta) de algunas de ellas:

"No ves que la eternidad, mañana acaba... y te vas!" - Indio Solari

“Ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacía”. G. García Márquez

“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir”.G. García Márquez

“Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti”. F. Nietzsche

“El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”. F. Nietzsche

“El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices”. F. Nietzsche

“La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre”. F. Nietzsche

“Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal”. F. Nietzsche

“Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los "cómos"” F. Nietzsche.

“El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro”. - Woody Allen