martes, 30 de junio de 2009

Sensaciones….

Jornada difícil la del domingo. Venía pensando en que el blog volvería a revivir luego de las elecciones y me puse la meta de reiniciar este espacio pasada la votación legislativa de “medio término” (como le gustó esta expresión a los medios de comunicación masivos); a más tardar el 8 de julio, día en que se conmemoran los 20 años de la primera asunción del Sr. Carlos Menem. Qué fecha!!!!!!
Cómo decía me plantee volver a escribir y creí que esta era una buena oportunidad. Entonces dije, voy a vivir el domingo como aquellas votaciones en las que uno no podía dejar de consumir información. Me levanté tranquilo –no mucho, pero ese es otro cantar que nada tiene que ver con esto- desayuné leyendo el diario y en la tele ya mostraban como votaba cada uno de los candidatos.
La gripe, con su fiebre por barbijos y alcohol era vedette – como escuché decir a uno de los conductores de TN-. Ahí llegó la noticia que cambió el rumbo del día y mostraría, indicaría, que el día no iba a ser para nada alentador. Veo en TN que anuncian, como quién no quiere la cosa, el golpe de estado en Honduras. Inmediatamente empiezo a buscar en las señales internacionales para ver quien se hacía eco de la información. CNN transmitía en vivo desde Tegucigalpa –para los dormidos, capital de Honduras- a través de fibra óptica, ya que las señales habían sido interrumpidas por los militares. Parecía que uno estaba mirando un video de Youtube –era CNN en español, estamos no?, nadie está hablando de Venezolana TV o Granma o Telesur-.
No voy a ponerme a hablar sobre la situación de Honduras, primero porque no la conozco a fondo, y segundo porque estaríamos todo el día. Lo que sí, es interesante destacar que este es el segundo golpe de estado que dan fuerzas militares en los últimos 20 años en Latinoamérica, continente arruinado y destruido por la costumbre castrense de interrumpir aquellos gobiernos que no les eran simpáticos. El anterior, fue el golpe frustrado contra Hugo Chávez el 11 de abril de 2002, cuando el pueblo venezolano salió a las calles a defender lo que tanto le habían negado en su historia, la posibilidad de tener voz.
Uno siempre insiste con la idea de que, aunque estén dormidos y agazapados, ciertos sectores de la sociedad siguen vivos y, por ahora, sin fuerzas. Esto no impide que vuelvan a tenerlas. No era tan loco lo de la Presidenta, cuando decía que Biolcatti – Sociedad Rural Argentina- y Grondona hablaban de golpe de estado cuando anunciaban un final anticipado del Gobierno K. La idea de que la ley vale para algunos pocos sigue viva, no es joda. Y si ganan los K por afano? Pensaba en mi cama mientras veía a los Hondureños en la calle enfrentar a los milicos. No querrán hacer lo mismo acá? No olvidemos que los militares hondureños tienen el mismo entrenamiento de la Escuela de las Américas, el del Ejército Argentino. Si allá pasa, por qué acá no.
Cuando uno lee sobre Honduras y escucha los argumentos que justificaron el golpe, la realidad es que lo que los grupos de poder no pudieron tolerar fue que el presidente le diera voz a la gran mayoría del pueblo, esa que debería aceptar sin protestar, lo que los otros le dan. Una encuesta, no vinculante, fue suficiente razón para bajarlo de un hondazo. Luego verán las mentiras de siempre (que Chávez estaba intentando ser presidente de los dos países, que Zelaya se quería nombrar presidente para siempre y no se cuantas locuras más). Creer o reventar.
Y entonces me vestí y me fui a votar. Que bueno, yo podía. Yo iba a poder ir y decir a quién le creía, quién me representa. Iba a poder elegir, que no es poco. Y pensaba, cuanta gente no puede elegir, soy un privilegiado. Llegué a la mesa, tomé mi sobre y como se puso de moda decir, planté un pinito en el congreso. Nada que ver con los pinitos que se fuman, este esperemos pueda echar raíces donde se necesitan. Luego llevé a mi mujer a que vote ella. Otra privilegiada.
Pasó el día, consumiendo información. Tengo que admitir que en un momento me cansé y puse una película, para esperar con menos ansiedad los resultados oficiales que tardaban en aparecer. Luego salieron a la luz.
El resto es algo conocido. Los porcentajes son de público conocimiento. Ha ganado quien tenía ganar, quien eligió la gente en las urnas. Y está bien. Puede haber miles de análisis para saber por qué la derecha ha triunfado. Hoy leía a James Petras hacer quizás el más acertado o el más concordante con mi visión. La derecha, hoy oposición, utiliza el fracaso de las políticas capitalistas que ellos mismos apoyaron para criticar al gobierno y debilitarlo. Ahora, cuando asuman, lo que aplicarán será muy distinto a las políticas llevadas adelante por el matrimonio K, no lo creo.
Lo bueno de todo esto es haber podido elegir. Al haber ganado De Narvaez y Cia. –es imprescindible para saber quien ganó ver este video de Macri: http://www.youtube.com/watch?v=JBkbDVG0eXY- se fueron por el caño todas las sospechas de fraude, de utilización del aparato peronista y demás. Esas suspicacias han quedado en la nada; sabemos que son patrimonio exclusivo de un sector del arco político.
Igualmente ha habido algunas sorpresas no menos importante. Pino y su gran elección en Capital; Sabatella y sus 400 mil votos en una provincia dominada por la propaganda y la inversión desmedida del candidato del PRO, Juez logró romper con la tradición conservadora cordobesa y algunas perlitas más. No es poco, en tiempos donde el conservadurismo y la derecha –como en todas las épocas de crisis- se encuentran en franco avance.
Esperemos, eso sí, que estos que hoy ganan entiendan que alguna vez les tocará volver a perder. Y, cuando eso ocurra, respeten las urnas hasta la última consecuencia, sin ocurrírseles bajo ningún punto de vista, volver a golpear cuarteles.
Es un deseo, ojalá se cumpla.