miércoles, 3 de diciembre de 2008

Hay ciertas cosas sobre las que habría que reflexionar

Texto recomendado y enviado por Verónica Salvador. Vale la pena...

La superioridad del capitalismo

Santiago Alba Rico

La Jiribilla


Veamos en primer lugar lo que no es una crisis capitalista.

Que haya 950 millones de hambrientos en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.
Que haya 4.750 millones de pobres en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.
Que haya 1.000 millones de desempleados en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.
Que más del 50% de la población mundial activa esté subempleada o trabaje en precario, eso no es una crisis capitalista.
Que el 45% de la población mundial no tenga acceso directo a agua potable, eso no es una crisis capitalista.
Que 3.000 millones de personas carezcan de acceso a servicios sanitarios mínimos, eso no es una crisis capitalista.
Que 113 millones de niños no tengan acceso a educación y 875 millones de adultos sigan siendo analfabetos, eso no es una crisis capitalista.
Que 12 millones de niños mueran todos los años a causa de enfermedades curables, eso no es una crisis capitalista.
Que 13 millones de personas mueran cada año en el mundo debido al deterioro del medio ambiente y al cambio climático, eso no es una crisis capitalista.
Que 16.306 especies están en peligro de extinción, entre ellas la cuarta parte de los mamíferos, no es una crisis capitalista.
Todo esto ocurría antes de la crisis. ¿Qué es, pues, una crisis capitalista? ¿Cuándo empieza una crisis capitalista?

Hablamos de crisis capitalista cuando matar de hambre a 950 millones de personas, mantener en la pobreza a 4700 millones, condenar al desempleo o la precariedad al 80% del planeta, dejar sin agua al 45% de la población mundial y al 50% sin servicios sanitarios, derretir los polos, denegar auxilio a los niños y acabar con los árboles y los osos, ya no es suficientemente rentable para 1.000 empresas multinacionales y 2.500.000 de millonarios.

Lo que demuestra la superior eficacia y resistencia del capitalismo es que todas estas calamidades humanas -que habrían invalidado cualquier otro sistema económico- no afectan a su credibilidad ni le impiden seguir funcionando a pleno rendimiento. Es precisamente su indiferencia mecánica la que lo vuelve natural, invulnerable, imprescindible. El socialismo no sobreviviría a este desprecio por el ser humano, como no sobrevivió en la Unión Soviética, porque está pensado precisamente para satisfacer sus necesidades; el capitalismo sobrevive y hasta se robustece con la desgracias humanas porque no está pensado para aliviarlas. Ningún otro sistema histórico ha producido más riqueza, ningún otro sistema histórico ha producido más destrucción. Basta considerar en paralelo estas dos líneas -la de la riqueza y la de la destrucción- para ponderar todo su valor y toda su magnificencia. Esta doble tarea, que es la suya, el capitalismo la hace mejor que nadie y en ese sentido su triunfo es inapelable: que haya cada vez más alimentos y cada vez más hambre, más medicinas y más enfermos, más casas vacías y más familias sin techo, más trabajo y más parados, más libros y más analfabetos, más derechos humanos y más crímenes contra la humanidad.

¿Por qué tenemos que salvar eso? ¿Por qué tiene que preocuparnos la crisis? ¿Por qué nos conviene encontrarle una solución? Las viejas metáforas del liberalismo se han revelado todas mendaces: la "mano invisible" que armonizaría los intereses privados y los colectivos cuenta monedas en una cámara blindada, el "goteo" que irrigaría las capas más bajas del subsuelo apenas si es capaz de llenar el cuenco de una mano, el "ascensor" que bajaría cada vez más deprisa a rescatar gente de la planta baja se ha quedado con las puertas abiertas en el piso más alto. Las soluciones que proponen, y aplicarán, los gobernantes del planeta prolongan, en cualquier caso, la lógica inmanente del beneficio ampliado como condición de supervivencia estructural: privatización de fondos públicos, prolongación de la jornada laboral, despido libre, disminución del gasto social, desgravación fiscal a los empresarios. Es decir, si las cosas no van bien es porque no van peor. Es decir, si no son rentables 950 millones de hambrientos, habrá que doblar la cifra. El capitalismo consiste en eso: antes de la crisis condena a la pobreza a 4.700 millones de seres humanos; en tiempos de crisis, para salir de ella, sólo puede aumentar las tasas de ganancia aumentando el número de sus víctimas. Si se trata de salvar el capitalismo -con su enorme capacidad para producir riqueza privada con recursos públicos- debemos aceptar los sacrificios humanos, primero en otros países lejos de nosotros, después quizás también en los barrios vecinos, después incluso en la casa de enfrente, confiando en que nuestra cuenta bancaria, nuestro puesto de trabajo, nuestra televisión y nuestro ipod no entren en el sorteo de la superior eficacia capitalista. Los que tenemos algo podemos perderlo todo; nos conviene, por tanto, volver cuanto antes a la normalidad anterior a la crisis, a sus muertos en-otra-parte y a sus desgraciados sin-ninguna-esperanza.

Un sistema que, cuando no tiene problemas, excluye de una vida digna a la mitad del planeta y que soluciona los que tiene amenazando a la otra mitad, funciona sin duda perfectamente, grandiosamente, con recursos y fuerzas sin precedentes, pero se parece más a un virus que a una sociedad. Puede preocuparnos que el virus tenga problemas para reproducirse o podemos pensar, más bien, que el virus es precisamente nuestro problema. El problema no es la crisis del capitalismo, no, sino el capitalismo mismo. Y el problema es que esta crisis reveladora, potencialmente aprovechable para la emancipación, alcanza a una población sin conciencia y a una izquierda sin una alternativa elaborada. Se equivoque o no Wallerstein en su pronóstico sobre el fin del capitalismo, tiene razón sin duda en el diagnóstico antropológico. En un mundo con muchas armas y pocas ideas, con mucho dolor y poca organización, con mucho miedo y poco compromiso -el mundo que ha producido el capitalismo- la barbarie se ofrece mucho más verosímil que el socialismo.

Por eso hay que auparse en los islotes de conciencia y en los grumos de organización. Cuba bloqueada, Cuba azotada por los vientos, Cuba pobre, Cuba incómoda, Cuba a veces equivocada, Cuba improvisada, Cuba disciplinada, Cuba resistente, Cuba ilustrada, Cuba siempre humana, mantiene abierta una tercera vía, hoy más necesaria que nunca, entre el capitalismo y la barbarie. Si no podemos ayudarla, podemos al menos ayudarnos a nosotros mismos pensando en ella con alivio y agradecimiento.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=75269

viernes, 21 de noviembre de 2008

Para pensar

CATORCE AÑOS

Por Sandra Russo

Catorce años tienen las AFJP, escucho, y pienso en los chicos de catorce años. Hace catorce años la oposición a Menem no logró perforar el relato blindado que bajaba desde el poder político, pero era legitimado por el poder económico y multiplicado por el poder mediático. El Estado elefante había dejado en el imaginario colectivo a la empleada pública de Gasalla, que atendía al público limándose las uñas y gritaba “¡Atrááás, atrááás!”. La palabra eficiencia vino a arrasar con esa empleada: fue reemplazada por promotoras de buenas piernas y sonrisa muy amable que regalaban pins y calcomanías de las AFJP.

Hace catorce años, sin embargo, era bastante claro lo que estaba pasando. Y aun con un Estado corrupto como el del menemato, sólo fue posible rediseñar los sectores público y privado de una manera tan grotesca gracias a una obnubilación colectiva que hizo creer a muchos hombres y mujeres que cuando fueran viejos serían esos ancianos atléticos y vigorosos que hacían trekking en las publicidades de las AFJP.

Cuando teníamos una secretaria de Medio Ambiente que salía envuelta en pieles en fotografías de estudio, cuando íbamos a traspasar en dos horas la estratosfera, cuando se desviaba la investigación del atentado a la AMIA, cuando teníamos esa Corte Suprema, cuando los grandes medios tomaban como algo pintoresco que el presidente jugara al tenis y sus competidores se dejaran ganar.

Hace catorce años, cuando nacían los chicos que hoy para muchos, incluso y especialmente para el gobernador Scioli, deberían ser imputables, nosotros éramos como sociedad todo eso: un amasijo de jodidos y confundidos y sobornados por la fiebre del electrodoméstico y el viaje a Miami. Y esa generación que se acopló a la vida en esos años, en su amplia mayoría, estaría destinada al paco, al cartón, al plan, al tetra, al limpiaparabrisas, al arrebato o al crimen. Fue un acto de cobardía no ver entero el modelo que se estaba sembrando: de él iban a brotar, por la lógica de su propia genética, sectores con muchos bienes acumulados y sectores sin nada que perder. Una sociedad mínimamente civilizada debería preocuparse siempre de que absolutamente todos sus miembros tengan algo que perder.

Comida, trabajo, salud, educación. Son los cuatro jinetes de algo así como la seguridad. Si los esfuerzos colectivos a través del Estado se aunaran para que la comida, el trabajo, la salud y la educación llegaran a todos los rincones del país en dosis aceptables, es muy probable que el efecto colateral de esa política sería algo así como la seguridad. Digo “algo así” porque el delito no es extirpable de ningún modelo, pero es bastante claro que si las necesidades básicas de todos los habitantes de este país fueran cubiertas, habría muchos menos pibes rifando sus vidas o cegando otras.

Pienso en los chicos pobres de catorce años, en el relato social que meció su infancia, en historias de vida que cualquiera conoce y que enloquecerían a cualquier vecino de Palermo Freud. Pienso en las pérdidas que todo chico pobre de catorce años tiene que elaborar. Pérdidas que ni siquiera pueden pensarse como tales, con el dolor que implica perder. Los pibes pobres de catorce años perdieron antes de nacer casi todos los derechos que los haría sujetos sociales responsables: el derecho a la vivienda, al alimento, a la escuela. Nada de eso los esperaba como esperaba el amoroso cuarto preparado la llegada del bebé de clase media.

La idea misma de bebé ha sido susceptible de divisiones clasistas, en esta sociedad hipócrita e hiperclasista: el bebé de la lavandina, ese que tiene una mamá que usa productos especiales para desinfectar los juguetes y que siempre tiene en la heladera postrecitos con calcio y hierro, y el bebé que carga la señora en el semáforo, el bebé del soborno emocional, el bebé prestado, el que pretende conmover y provoca rechazo. Ese bebé es sólo visto como un fruto de la promiscuidad de los pobres o como una herramienta para la limosna. Uno es el bebé que quizá ya tenga o vaya a tener un hermanito, y el otro es el bebé que la mirada social juzga “de más”, como si algunas mujeres parieran hijos y otras parieran apenas más bocas que alimentar. Uno es el bebé producto del amor de sus padres, y el otro es el producto de un apareamiento.

Los pibes pobres de catorce años han sido bebés del segundo tipo. No es después de un asalto o de un crimen que esta sociedad debería pensar en ellos. Es antes. Pensar en ellos como acreedores nerviosos. Pensar en ellos como los otros que podrían ser hoy si la vida los hubiese recibido con el saludo mullido de las oportunidades. Reflexionar sobre la adolescencia pobre sólo después de un asalto o un crimen es un latigazo más sobre sus lomos.

Lo peor es que ellos no esperan otra cosa.

No tiene desperdicio

Para no quitar las ganas de leer lo que sigue abajo no abundaré yo en palabras.


Ahora, otra vez la “seguridad”

Por José Pablo Feinmann

El capitalismo del siglo XXI es necesariamente xenófobo. Las sociedades opulentas, las que ocupan la centralidad del sistema y a las que, por eso, llamamos sociedades centrales, no sólo pueden generar riqueza en sus territorios. Hay una impúdica fracción de este planeta que no pertenece al mundo de la vida civilizada, aquella que, al menos, asegura trabajo, educación y comida a sus habitantes. O no lo asegura o lo asegura insuficientemente. No digo esto desde el proyecto de otra sociedad que sí lo haría, pues ese proyecto, para fortalecimiento del actual, ha fracasado en el siglo XX y llevará tiempo levantar otro, que sea lo necesariamente sólido como para enfrentar a éste. Pero sociedades como Estados Unidos, Francia, Italia o Inglaterra –en suma: las sociedades de Occidente– no pueden proyectar un capitalismo de integración. Dejan de lado, aisladas, a las sociedades del hambre, de la pobreza. Cuyos habitantes invaden la centralidad. Así, son capaces de morir en el intento (y, en efecto, mueren), pero no dejarán de asaltar la centralidad, los países donde podrían trabajar, comer, vivir. El problema de la inmigración indeseada –como la llama Huntington en El choque de las civilizaciones– es el problema de Occidente. El Islam –para peor– experimenta una explosión demográfica. Los musulmanes emigran a Occidente. Los africanos también. Los mexicanos buscan la tierra de Bush. Contra los musulmanes, Europa se prepara duramente. No en vano han surgido los gobiernos de derecha dispuestos a ejercer esa dureza. La banlieue de París es un espacio de temor, de constante peligro, un espacio del que sólo puede esperarse, en el mejor de los casos, una inmediata explosión social, poblacional e invasora de la centralidad. Eso que vendría a constituir un Mayo musulmán, sin consignas deslumbrantes, con malos modales, poca educación y brutalidad rencorosa y justificada. En Italia temen la invasión africana. Temen al “indocumentado”. Al ilegal. De aquí la existencia de gobiernos como los de Berlusconi y Sarkozy. Ellos sabrán qué hacer. Carla Bruni, entre tanto, seduce a la Europa comme il faut.
El problema argentino –y latinoamericano– tiene semejanzas. Buenos Aires es una ciudad opulenta que ofrece trabajo a ciertas franjas de habitantes del conurbano. Pero a pocos. También teme ser invadida por ellos y abomina de la invasión de sus “hermanos latinoamericanos”, a los que detesta. Si bien la última rebelión social, el último movimiento invasor fue protagonizado por los ricos, superado ese problema, el del “campo”, vuelve el otro: el de la seguridad. Lo han instalado los medios porque para eso están, no sólo aquí sino en el mundo entero, para manejar la agenda. Y se ha podido instalar porque es un tema siempre sensible al porteño, personaje que sabe que habita un espacio de privilegio y exige que se lo cuiden. Macri no ha cumplido hasta ahora esas expectativas. Se ven demasiados “negros” por Buenos Aires. Demasiados “perucas”, “bolitas”, “brasucas”, “yoruguas” o “paraguas”. Aunque, es notorio, los “brasucas” vienen con buen dinero y se compran todo, conque se los tratará bien. Pero los otros (que llevan en la cara, además, ese color oscuro que da tan feo, como tierra, o como sucio) vienen a quitarnos lo nuestro. Aquí aparece la figura del xenófobo.
Hoy, como siempre, en la Argentina es muy fácil sentirse alguien, sentir que uno es algo más que un pelafustán asustado que vive en un país que es de otros. Basta con hablar pestes de los “bolitas” o de los “paraguas” para sentir que uno es dueño de la patria, ya que nos la vienen a robar. Sartre, en Reflexiones sobre la cuestión judía, afirmaba que cuando el antisemita dice que el judío “le roba Francia” siente que Francia es suya, que le pertenece. No hay modo más directo y simple para el antisemita francés que decir que el judío le está robando el país para, de inmediato, sentirse dueño de ese país, dueño de Francia, para sentirse encarnación de la patria, casi un símbolo de pureza y de poder. Pobre tipo. Pobres, también, todos los tipos que hoy, aquí, en la Argentina, andan cacareando contra los extranjeros. Sienten, de pronto, algo que hace mucho no sentían: que tienen una patria, un país que les pertenece. Que tienen un ser. Que valen algo. Que valen, al menos, más que los inmigrantes. Que son argentinos y que la Argentina es de ellos, ya que son los otros quienes se la vienen a robar.
Qué fácil les resulta reinventar la patria, reencontrarse con el orgullo, con cierto linaje. Qué fácil les resulta no sentir que son poco, infinitamente poco, sólo un número de una estadística que no conocen, que manejan otros. De pronto, son, otra vez, como en el Mundial, como en Malvinas, ¡argentinos! La patria los convoca. Nos están invadiendo. De todos los rincones de la América oscura y pobre vienen a quitarnos lo nuestro. Son ellos: son esos mestizos zarrapastrosos, ajados, descosidos, que se acumulan en nuestras oficinas de migración, o que abultan las villas miseria. Están llenos de codicia y de furia delictiva. Porque a alguna de esas dos cosas es que vienen: o a robarnos nuestros trabajos o a robarnos nuestro dinero. Si trabajan, le están quitando ese lugar a un compatriota (a uno de los nuestros) que lo necesita. Si roban, si delinquen, nos están agrediendo. Que nos asalte un compatriota vaya y pase; es, al cabo, una contingencia nacional, una cuestión de la patria que ya solucionaremos entre todos. Pero que nos asalte un extranjero es intolerable. ¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve a agredir a uno de los nuestros, a uno de los dueños de la patria, a un argentino? Duro con él.
La xenofobia surge de creer que la patria nos pertenece sólo a nosotros y que el otro (el extranjero que quiere integrarse a ella) será siempre un sospechoso. Simplemente porque no nació aquí. Lleva la condena eterna en la sangre y en el alma: jamás será un argentino, jamás podrá amar la patria como nosotros la amamos. De aquí, en consecuencia, que será el primero en agredirla. En agredirnos. La xenofobia es una actitud humana cruel y abyecta. Siempre habrá xenófobos, es una de las más bajas pasiones de la condición humana. En la abundancia dirán que vienen a “disfrutar de lo nuestro”. En la escasez dirán que vienen a robárnoslo.
Hoy, entonces, pasado, por el momento, el vendaval del campo (que huele distinto del de la villa y la delincuencia) ha retornado el tema de la seguridad. Se lo deposita en el Otro inmigratorio. Pero también en el Otro nacional villero, porque la villa es el espacio de la delincuencia, el lugar desde el que se sale para sorprender a los ciudadanos honestos. Es así: así en todas partes. La derecha reacciona como sabe, como siempre lo hace: no da trabajo, reprime. La única arma contra la inseguridad es el trabajo, el salario digno. Pero el neoliberalismo, por su propia dinámica, crea una sociedad de ricos muy ricos y de pobres muy pobres. Los primeros piden al Estado que los proteja de los segundos, reprimiéndolos. En sociedades donde no hay trabajo para todos nunca habrá seguridad. Esto se sabe, pero no se puede hacer. Salvo que cambien el sistema. Algo que aún menos se puede hacer porque nadie querrá hacerlo. Seguirá todo así, en la virtualidad de la explosión social, de la invasión de los nuevos bárbaros, de la ira y del fuego. ¿Cuántos autos quemará la próxima invasión musulmana a París? Hitler ordenó incendiar esa bella ciudad. Hay una película muy célebre con ese nombre, basado en una pregunta que el mismísimo Führer habría hecho: ¿Arde París?. No ardió. Un sensible general alemán desobedeció la orden. Pero, ¿arderá París?

Desilusiones.....

Cada tanto uno se lleva una desilusión en la vida. Más temprano o más tarde, siente que lo han defraudado. Tras doce años de educación cristiana, donde nos enseñaron sobre ese hombre extraño que multiplicaba el pan y el vino que nos salvó, sobre esa virgen inmaculada que salvó a las mujeres del pecado de la carne. Sobre esas gotas de agua que al nacer nos echaron encima y nos lavaron el pecado horrendo que nuestros padres cometieron para traernos al mundo. Con el tiempo uno ve a aquellos que torturaron su cerebro con los mandamientos y las sagradas escrituras cometer las peores miserias del ser humano. Los ve sentados en la mesa del poder, decidiendo y hostigando a quiénes dirigen las naciones, peleando por poder. Ejemplos? Sobran. Hoy uno de ellos es juzgado por abusar de aquellos niños que buscaron en él la protección de un referente, de un guía. Ojalá la justicia del hombre llegue pronto, por si la divina se corrompe al tener que juzgar a uno de sus representantes.
Abajo, transcribo unos textos de E. Galeano de su último libro, "Espejos", que no tiene desperdicio.

Se busca

Se llama Jesús.
Lo llaman Mesías.
No tiene oficio ni residencia.
Dice ser hijo de Dios, y también dice que bajó del Cielo para incendiar el mundo.
Forajido del desierto, anda alborotando aldeas.
Lo siguen maleantes, malhechores, malvivientes.
Promete el paraíso a los miserables, a los esclavos, a los locos, a los borrachos y a las prostitutas.
Engaña al populacho sanando leprosos, multiplicando panes y peces y haciendo otras magias y hechicerías.
No respeta la autoridad romana ni la tradición judía.
Ha vivido siempre fuera de la ley.
Lleva treinta años huyendo de la sentencia de muerte que recibió al nacer.
La cruz lo espera.

Resurrección de Jesús

Según cuentan en Oaxaca, los mazatecos, Jesús fue crucificado porque hacía hablar a los pobres y a los árboles.
Y cuentan que después de mucho padecer, lo bajaron de la cruz.
Y ya estaba enterrado, durmiendo su muerte, cuando un grillo se puso a cantar.
Y el grillo lo despertó.
Y Jesús dijo que quería salirse de la muerte.
Y el grillo se lo dijo al topo, que cavó un largo camino por debajo de la tierra hasta que llegó al cajón donde lo habían metido.
Y el topo pidió ayuda al ratón, que abrió el cajón con sus dientes afilados.
Y Jesús salió.
Y con un dedo empujó la inmensa piedra que los soldados le habían puesto encima.
Y dio las gracias al grillo y al topo y al ratón, que tan buenos habían sido.
Y subió al cielo, aunque no tenía alas.
Y sobre su tumba abierta dejó la piedra inmensa flotando en el aire, con un ángel sentado encima.
Y el ángel contó todo eso a doña María, la madre de Jesús.
Y doña María no pudo aguantarse el secreto y lo comentó con sus vecinas en el mercado.
Y por ella se supo.

Fundación del infierno

Las Iglesia Católica inventó el infierno y también inventó el Diablo.
El Antiguo Testamento no mencionaba esa parrilla perpetua, ni aparecía en sus páginas este monstruo que huele a azufre, usa tridente y tiene cuernos y rabo, garras y pezuñas, patas de chivo y alas de dragón.
Pero la Iglesia se preguntó: ¿Qué será de Dios sin el Diablo? ¿Qué será del Bien sin el Mal?
Y la Iglesia comprobó que la amenaza del Infierno es más eficaz que la promesa del Cielo, y desde entonces sus doctores y santos padres nos aterrorizan anunciándonos el suplicio del fuego en los abismos donde reina el Maligno.
En el año 2007, el papa Benedicto XVI lo confirmó:
-Hay infierno. Y es eterno.

martes, 11 de noviembre de 2008

El pez por la boca muere....

A este hombre ayer le dieron un premio de la Fundación Konex y se cansó de hablar de democracia. Nadie que crea seriamente en esa palabra puede decir algo como lo que transcribo abajo. Cuidado, de a poquito y en silencio, vienen marchando....

A continuación un extracto de una nota de Rebelión del 9/11/08. Recomiendo leerla entera: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=75568

(Extracto de la nota)

09-11-2008

Eduardo Buzzi, líder de la Federación Agraria Argentina, se sincera

"Hay que desgastar a este gobierno por donde se pueda"

Ezequiel Meler
Noticias del Sur

Unos pocos días después del veinticinco aniversario de la recuperación democrática, Eduardo Buzzi, líder de la Federación Agraria Argentina, sinceró los objetivos de las corporaciones agropecuarias en su largo conflicto con el gobierno nacional. Para él, desde ahora en adelante, la consigna es “desgastar a este gobierno desde donde se pueda”. (1)

En declaraciones realizadas en una reunión de productores de Sáenz Peña, a 180 kilómetros de Resistencia, Chaco, Buzzi sostuvo:

“Por eso, desde la Comisión de Enlace, hay una actitud de ir desgastando y erosionando desde donde se pueda a este gobierno”. Inmediatamente, agregó: “Estamos muy atentos a actuar, habrá que ver en qué momento, porque de ser necesario se podría volver a los cortes de ruta”, aunque aclaró que esto ocurriría únicamente como “último recurso”. (2)

El objetivo de este modus operandi sería, de cara a 2009, “que se puedan equilibrar las fuerzas políticas en el Congreso y en las legislaturas provinciales, para que en 2011 se pueda lograr un cambio a esta lógica que desperdició una oportunidad histórica.” (3)

Pese a todo, el ruralista insistió en que “no somos un partido político” (4).

Horas después, Buzzi fue apoyado en sus declaraciones por el dirigente de Federación Agraria Alfredo de Ángeli, quien señaló

"Lo que dice sin dudas el compañero Buzzi, es porque se está haciendo un daño que va a costar muchos años reparar.” (5)

Consultado por La Nación sobre sus dichos, Buzzi reconoció que “fue desafortunado decirlo con esas palabras”, aunque mantuvo el sentido original de sus declaraciones. (6)

No es la primera vez que los dirigentes de las corporaciones agrarias realizan declaraciones de este tenor. En los primeros días de octubre, el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Néstor Roulet, había asegurado:

“La Iglesia, el Ejército y el campo son tres instituciones que hicieron grande a la Argentina. Ojalá activemos eso junto al resto de la sociedad para ser un país grande, y no chico como es ahora” (7)

Notas

(1)http://www.lapoliticaonline.com/noticias/val/52890/buzzi-la-consigna-es-desgastar-a-este-gobierno-desde-donde-se-pueda.html
(2)Ibídem.
(3)Ibídem.
(4)http://www.derf.com.ar/despachos.asp?cod_des=230869&ID_Seccion=33
(5)http://www.agrositio.com/vertext/vertext.asp?id=94034&se=1000
(6)http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1066634
(7)http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2008/10/14/noticia_5450.html
(8)http://www.rebelion.org/noticia.php?id=70839
(9)Véase Página 12, 13/07/2008.
(10)http://artepolitica.com/cuestion-de-habitus-2/
(11)http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1023521&high=Halperin
(12)http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1008611&high=mustapic

lunes, 13 de octubre de 2008

De nuevo por aquí

Luego de un largo silencio....volvemos a las andadas.....

Redefinir la palabra “progreso”

Por Osvaldo Bayer

Es increíble cómo se silencia la vida de las pequeñas ciudades, de los pueblos, aquello que tiene un verdadero valor para la ética de la vida, para la belleza local, para la verdadera historia comarcal que, por su ejemplo, a pesar de ese silencio, siempre trascienden. Los medios, en su gran mayoría, dedican sus páginas a la crisis económica, a las internas políticas, a los cambios de entrenadores de fútbol y, ahora, si Riquelme o Caranta.

Para demostrar que existen cielos, que se habla del paisaje, que hay interés por la historia o que hay pocos pero existen que se ponen tristes o se desesperan por las estadísticas del hambre de nuestros niños nos meteremos en el corazón de la tierra.

Hoy hablaremos de un lugar bonaerense pura pampa. Lo que ocurrió podría pintarse en un cuadro con rostros de adolescentes riendo, aplaudiendo, entusiasmados. Es que lo que ocurrió en Rojas no ocurrió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. ¿Autónoma de quién? Sí, vamos a decirlo en una sola línea: el Concejo Deliberante de Rojas aprobó por mayoría un proyecto por el cual se cambia el nombre de la calle Roca por el de Pueblos Originarios. Pero aquí viene lo sorprendente: al proyecto lo presentaron alumnos del colegio secundario de la ciudad. De la ciudad. Y los representantes municipales lo aprobaron por amplia mayoría. Con una conciencia y claridad que pueden notarse en las intervenciones de esos concejales. El anteproyecto fue elaborado por los alumnos y discutido con la ayuda de los profesores Liliana Barzaghi, Javier Membriani y Andrea Tamasi sobre la base del proyecto Identidad Latinoamericana que se propone “asumir la identidad de los medios de simbolización a través de los mecanismos democráticos de participación”.

Justamente eso así es iniciar el debate sobre nuestra historia para preguntarnos el porqué de tanta crueldad en nuestro devenir que culminó con el método represivo más sádico y perverso de la historia: la desaparición de personas y el robo de niños. Por ahí se comienza. Preguntarnos por qué glorificamos actos de tanta crueldad y cinismo como lo fue la Campaña del Desierto, que terminó con la muerte o la esclavitud de los pueblos originarios y el apoderarse de sus tierras. Los alumnos de la Escuela de Rojas, después de estudiar una profunda bibliografía y discutirla, llegaron a la conclusión, como dice su anteproyecto, de “que el general Julio Argentino Roca fue el principal actor de la llamada Campaña del Desierto, que significó uno de los momentos más bochornosos de nuestra historia nacional, por el etnocidio y el genodicio que se perpetró contra ‘nuestros hermanos los indios’ (como los llamó San Martín) al solo efecto de robarles sus tierras para otorgarlas a unos pocos propietarios” y que “en el término de veintisiete años, el Estado regalase o vendiese a precios irrisorios 41.787.023 hectáreas a 1843 terratenientes vinculados por lazos económicos y familiares a los diferentes gobiernos que se sucedieron en aquel período. De resultas de ello, cincuenta familias llegaron a ser propietarias de más de cuatro millones de hectáreas en la provincia de Buenos Aires. Por ley especial se premió al general Roca con 15.000 hectáreas que se agregaron a las 50.000 que ya se le habían otorgado” y que “la mencionada guerra de exterminio se llevó a cabo con una crueldad que repugna a todo sentimiento humanitario y que se hizo posible gracias al sentimiento de superioridad que nacía del enraizado racismo de toda una clase dirigente: por ello, y sin siquiera cuestionarse, llamaron desierto a un territorio ocupado por aborígenes, a quienes hoy la Constitución denomina pueblos preexistentes”. Y luego, el anteproyecto trae una frase de legítimo derecho: “que a la mirada de los niños y adolescentes no corresponde exponer a quien desempeñó un papel nefasto en la historia otorgándole el lugar que se reserva para los héroes y otros personajes dignos del respeto de los argentinos”.

El debate entre los concejales fue profundo y extenso. Votaron por la afirmativa los concejales María Baldoma, Lila Cohen, Alicia Ferrea y Carlos Blázquez (todo del Frente par la Victoria), Daniel Boyeras, Alejandra Sábato, Carlos Veliz y Juan Piqué (UCR), y Laura Onrubiam de la agrupación 26 de Octubre. En contra, Vicente Escorcia, y Alba Molina (26 de Octubre), Miguel Crespo (Frente para la Victoria). Estuvo ausente el vecinalista Luis Miguel Caso, que antes había señalado que votaría en contra.

En los argumentos de los que votaron en contra está demostrado el absoluto vacío de ideas y de defensa de la ética. Por ejemplo, el concejal Vicente Escorcia dijo: “Un cambio de nombre implica trastornos para quienes habitan en esa calle. Por eso, más allá de que considero que Roca fue un personaje nefasto de la historia, voto para que la calle continúe con el nombre que tiene”. Aquí se podría aducir que, con ese argumento, todas las ciudades alemanas deberían hoy mantener sus principales calles con el nombre de Hitler, para no causar “trastornos” a los vecinos. Elba Molina, que también votó en contra del cambio de nombre, adujo: “Cambiar el nombre de la calle no va a cambiar la historia, no va a eliminar las muertes, y por el contrario, creo que dejarlo nos va a recordar siempre la tragedia de los pueblos originarios”. Con ese criterio, nuestras calles tendrían que tener el nombre de Videla, Massera, Etchecolatz, Astiz, etc. Increíble el argumento de la señora concejal.

Y también el concejal Miguel Crespo repitió ese argumento que bien podría calificarse de oportunista. Dijo, textual: “Creo que dejándole el nombre a la calle Roca mucha gente se va a acordar de que este hombre fue un asesino, y siempre va a estar presente en ese carácter. Por eso voto para que no se le cambie el nombre”. En Rojas, la gente lo llama ahora al concejal Crespo con el apodo de “Pilatos Crespo”.

En cambio, los concejales que defendieron la eliminación del nombre de Roca trajeron copiosos datos históricos de cómo ese militar Roca restableció la esclavitud al anunciar el “reparto de indios”, más los fusilamientos y la quita de los niños a sus madres. Y, claro está, el indiscutible negociado del reparto de tierras entre los poderosos de la época.

La ciudad de Rojas nos ha dado el ejemplo. En nuestra “adelantada” ciudad de Buenos Aires, el macrismo rechazó en comisión el proyecto y hay hasta iniciativas soplonas de aprobar una suma de dinero para limpiar el monumento de Roca de la Diagonal Sur de todas las inscripciones de la sabiduría popular. Pero, por más que la limpien...

Y de lo de Rojas pasamos a otro hecho que dignifica a los encuentros populares y a sus búsquedas de una sociedad más profunda. Ocurrió en Los Toldos, también provincia de Buenos Aires, donde los mapuches hicieron un encuentro con el bello nombre de “Caminata por la defensa de todas las vidas”. La música típica de ellos acompañó al encuentro que llevaba como lema “El habla de la tierra, el agua, el viento y el fuego”. Las invitaciones fueron amplias: a los pequeños productores orgánicos, a ambientalistas, y a otros pueblos originarios. Participaron escuelas y jardines de infantes y abuelos mapuches entregaron a los niños plantines de flores y plantas medicinales, como signo de la diversidad biológica. También se plantó una cortina forestal como símbolo de detener las fumigaciones sobre los campos. Se leyó una página de Verónica Azpiroz Cleñan, donde describe lo que era esa región antes y lo que es ahora. Después detalló la tierra donde vivió su abuelo y lo que es ahora. Dijo: “Ayer fui al campo donde vivió mi abuelo. Encontré una tapera. El campo está sembrado de soja, la tierra ya no es negra. Es grisácea. No hay ya ni caballos. Ni vacas, ni lechones, ni plantas, ni huerta, ni flores, ni pájaros, ni mariposas, ni perdices, ni gaviotas, ni el cielo azul de mi infancia. Me quedé pensando. Está en el recuerdo vivo de nosotros, el modo de producción agraria sin lastimar la tierra, con una producción diversificada, en equilibrio con el ecosistema, con el espacio natural y respetando las fuerzas naturales que dan vida a todas las vidas. Los espacios territoriales han sido transgredidos, contaminados por la fumigación y así, ha sido fumigada nuestra salud, nuestro pensamiento y nuestra vida”. Luego señalará las virtudes de la medicina mapuche, con el uso de 250 hierbas medicinales. “El año pasado –señala– hemos recolectado cerca de 50 especies. Pudimos constatar que las pérdidas de las especies en menos de 30 años son abruptas, que el empobrecimiento de nuestra tierra es atroz por el uso de los agroquímicos.” Y la representante mapuche en su documento se pregunta “¿dónde está garantizado nuestro derecho a vivir y curarnos de acuerdo con nuestra cultura, si la ‘lógica chacarera’ y mezquina sigue peleando por retenciones pero nada dice sobre las enfermedades que nos causa el glifosato para que crezca la señora soja? Y nadie da cuenta de la pérdida de la biodiversidad. ¿Y de la muerte de más de 150 especies de plantas medicinales en menos de treinta años? ¿Por qué callamos sobre la muerte de la diversidad biológica gracias a la soja transgénica?”. Y luego, Verónica terminó con esta fuerte frase: “A la soja le digo fuera, fuera de nuestra tierra”.

Roca señaló que conquistaba esas tierras “para atraer al capital extranjero”. Los pueblos originarios –sus víctimas– defienden hoy las hierbas medicinales. Dos reacciones contra el ritmo impuesto por un sistema económico que hoy está aterrando al mundo entero. Habría que redefinir el sentido de la palabra “progreso”.

domingo, 20 de julio de 2008

FELIZ DIA

Para todos aquellos que alguna vez soportaron mis risas y mis llantos, para quienes me acompañaron en algún momento de mi vida y, obviamente, para los mismos de siempre que me dejaron compartir sus vidas y participarlos de la mía....

Muy feliz día!!!!!

Celebración de la amistad/1

En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre.
En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente
del buen pan para las hambres del alma; y llave por...
-Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.
Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él
llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de
cinco amigos: las llaves que lo salvaron

Celebración de la amistad/2

Juan Gelman me contó que una señora se había batido a paraguazos, en una avenida de París, contra toda una brigada de obreros municipales. Los obreros estaban cazando palomas cuando ella emergió de un increíble Ford a bigotes, un coche de museo de aquellos que arrancaban a manivela; y blandiendo su paraguas, se lanzó al ataque.
A mandobles se abrió paso, y su paraguas justiciero rompió las redes donde las palomas habían sido atrapadas. Entonces, mientras las palomas huían en blanco alboroto, la señora la emprendió a paraguazos contra los obreros.
Los obreros no atinaron más que a protegerse, como pudieron, con los brazos, y balbuceaban protestas que ella no oía: más respeto, señora, haga el favor, estamos trabajando, son órdenes superiores, señora, por qué no le pega al alcalde, calmesé señora, que bicho la picó, se ha vuelto loca, esta mujer…
Cuando a la indignada señora se le cansó el brazo, y se apoyó en una pared para tomar aliento, los obreros exigieron una explicación.
Después de un largo silencio, ella dijo:
-Mi hijo murió.
Los obreros dijeron que lo lamentaban mucho, pero que ellos no tenían la cilpa. También dijeron que esa mañana había mucho que hacer, usted comprenda….
-Mi hijo murió- repitió ella.
Y los obreros: que sí, que sí, pero que ellos se estaban ganando el pan, que hay millones de palomas sueltas por todo París, que las jodidas palomas son la ruina de esta ciudad…
-Cretinos- fulminó la señora.
Y lejos de los obreros, lejos de todo, dijo:
-MI hijo murió y se convirtió en paloma.
Los obreros callaron y estuvieron un largo rato pensando. Y por fin, señalando a las palomas que andaban por los cielos y tejados y las aceras, propusieron:
-Señora; ¿Por qué no se lleva a su hijo y nos deja trabajar en paz?
Ella se enderezó el sombrero negro:
-¡Ah, no! ¡Eso sí que no!
Miró a través de los obreros, como si fueran de vidrio, y muy serenamente dijo:
-Yo no sé cuál de las palomas es mi hijo. Y si lo supiera, tampoco me lo llevaría. Porque, ¿qué derecho tengo yo a separarlo de sus amigos?

Eduardo Galeano – El libro de los abrazos -

jueves, 17 de julio de 2008

Imágenes

Cada vez más extraño –en verdad había escrito lindo, pero lo borré inmediatamente porque me pareció de muy mal gusto esa palabra en este situación - se pone el panorama. Voy a contar brevemente una situación. Ayer me dormí mirando la sesión de los senadores sobre las retenciones. No resistí más cuando escuché hablar a Rodríguez Saa y, entre sueños, alcancé a oír una voz nefasta, la de Carlos Saúl Menem. Mi memoria había borrado el dato de que ese pedazo de sinvergüenza había sido nombrado Senador de la Nación. Qué poco que sabemos de historia los Argentinos. Pero también entre sueños reflexioné, si ellos dos están con el campo, por suerte yo no estoy en esa vereda. Como decía, me quedé dormido con la televisión encendida. En un momento me desperté y vi el título. Rechazaron la resolución de las retenciones móviles. Seguí durmiendo.
Recién a la mañana siguiente me enteré de cómo habían sido las cosas. No me interesa analizar la actitud del nuevo ídolo nacional, el ingeniero Cobos. Lo que sí me interesa es ver como miles de mamarrachos festejaban como una victoria la sanción de una cámara de senadores a la que no dejaron de presionar y amenazar durante toda la semana. Me pregunto, si esos mismos senadores hubieran votado lo contrario, hoy serían tan respetados como ahora. No me sorprende ver a la gente de la Sociedad Rural –por favor, ingresen esa sigla en google y lean un poco su historia para luego decidir si los siguen apoyando – lo que si no deja de sorprenderme es ver a gente común y corriente apoyándolos. La torta es de ellos, entiéndanlo, nunca de los que estamos abajo. Me irrito cada vez que leo o escucho la concentración del pueblo, ver a esa manga de HIJOS DE PUTA cantar “Argentina, Argentina” o las estrofas del himno nacional. Pusieron en el tapete un montón de mentiras, que ellos lo hacían por el bien del país, para que la plata no se la lleve el gobierno y que le vaya a la gente, que la coparticipación estaba siendo burlada. Cuanta mentira, cuanta maldad concentrada. Entendamos de una vez que lo único que los mueve es la plata.
Me pregunto por qué no concentraron tanta gente cuando Menem, el mismo que estaba ayer defendiendo al campo, sacó los decretos que indultaron a los genocidas de este país. Jamás se les ocurrió cortar una ruta o hacer un paro de más de 100 días. Cuando la desocupación y la miseria llegaron a índices inauditos nadie salió a protestar ni a golpear cacerolas, recién lo hicieron cuando le tocaron sus ahorros.
Basta de mentiras. Quieren protestar, háganlo. Pero digan la verdad. “Me están sacando parte de mi ganancia y eso no me gusta, la quiero toda para mí”. Ese es el verdadero eslogan de la gente del campo. No me vengan con ninguna otra pavada.
Esto no quiere decir que esté con el gobierno. Un ejemplo. Toda mi vida, desde chico por mis padres y después por mi propia decisión, fui a las marchas del 24 de marzo y a la mayoría de las marchas de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. Desde que se alinearon detrás de este gobierno no fui más. No me gusta Kirchner, ni Cristina, ni los Fernandez, ni los De Vido, es más, están muy lejanos de siquiera agradarme. Pero no tengo ninguna duda que los de enfrente son peores.
Sumo y sigo. Hasta que salió el resultado no paré de escuchar a los medios y a toda la gente decir que el aparato del gobierno estaba siendo usado para sobornar y comprar votos que hagan que la resolución en cuestión sea aprobada. A nadie se le ocurre sospechar que los pooles de siembra hicieron lo mismo. Nadie ni siquiera se lo preguntó. ¿Por qué? Acaso piensan que no tienen dinero suficiente. Si seguimos una lógica, apliquémosla para todos, no sólo para nuestros enemigos.
Sueño con ver el día en que las cacerolas suenen para pedir que no haya más hambre, que no haya más pobres, que las tierras sean devueltas a los pueblos originarios, que tengamos un país más justo, que se termine con la represión y los abusos policiales, para que no haya más violaciones, para que funcione el sistema judicial. ¿Será mucho pedir?
Dejo un texto de Galeano que me parece sirve para entender en donde estamos parados.

Desde el corazón de la jungla de cemento,

Saludos y que el corazón siga latiendo donde de por sí le toca, es decir…..a la izquierda.

El hambre
Un sistema del desvínculo: El buey solo bien se lame.
El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo es tu competidor, un
enemigo, un obstáculo a saltar o una cosa para usar. El sistema que no da
de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y a
muchos más condena al hambre de abrazos.


miércoles, 18 de junio de 2008

Nuestro amo juega al esclavo

Imágenes tristes las que se ven hoy en día. No sólo se observan, también se escuchan. No son difíciles de entender, se sabe de donde provienen. Hace mucho tiempo que no escribo y se debe, principalmente, a la falta de ánimo ante lo que está pasando. Es muy raro lo que sucede día tras día en este bendito país, es desconcertante y desalentador. Ante la falta de una opinión completamente formada decidí llamarme a silencio. Hoy lo decido romper. Por qué? Porque ciertas pinturas que observé el lunes me hicieron dar cuenta que en estas situaciones no se puede ser neutral, posición que había decidido adoptar. Es claro lo que digo. O se está de un lado o se está del otro. Hoy ya no existe el medio, lamentablemente. Voy a contar dos cosas que vi y una que escuché:

El lunes volvía a mi casa luego de un paseo corto por la ciudad y al llegar a la esquina de Acoyte y Rivadavia había un corte de vecinos al ritmo de cacerolas y bocinas, con carteles en sus manos que decían “Estoy con el campo”. Delante de ellos, que ocupaban toda la Avenida Rivadavia, había dos autos que servían como escudo. Eran dos Rovers último modelo. Que quede claro.

Luego, en la puerta de mi casa, vi la segunda imagen que me resultó demasiado fuerte y repugnante. Pasó tocando bocina un VW Passat 0km., con vidrios polarizados y por las ventanillas, apenas abiertas para no dejar entrar el frío asomaban cuatro cacerolas que eran golpeadas insistentemente. Me tomé la libertad de saber cuanto valía ese auto. Cuesta, según una página de Internet, entre $127.900 y $163.840. Que quede claro.

Por último, escuché en la radio, no recuerdo en cual, a Alfredo De Angeli, este nuevo ídolo rural, decir que estaban dispuestos a crear recesión y desabastecer al país. Que quede claro.

Entonces me pregunto que es lo que está pasando. Cómo puede ser que gente que tiene autos de $130.000 se esté quejando. Me pregunto de qué. Qué más quieren. Cómo se combina la cacerola vacía, símbolo de la gente que no tiene con qué llenarla, en manos de gente que ostenta lujo. Vivimos en el mundo del revés. Aquellos que hace tan sólo algunos años pedían que la gendarmería pase por arriba a los marginados de este mismo sistema neoliberal que cortaban la ruta, hoy se dan el lujo de mantener cerrados los caminos por casi 100 días. Algo está mal. Por qué aquellos no tenían derechos y estos sí. ¿Vivimos en una democracia donde lo que decide cuántos derechos tiene un habitante es su nivel de ingresos? Qué pasaría si mañana salen a cortar rutas los indios que reclaman sus tierras. ¿La gente del campo y los barrios “bien” porteños los apoyaran o pedirán que el ejército los corra a fuerza de balas y palos?

Cien días sin trabajar y siguen haciendo asados al costado de la ruta. Ollas populares contra parrillas cargadas de carne. Esa es la diferencia. Ese es el lugar donde uno tiene que ubicarse y defender sus creencias. De qué lado se está. Desde los medios de comunicación se plantea la dualidad “Campo-Gobierno”. Eso no es lo que está en disputa, lo que se debate hoy en Argentina es “Ricos-pobres”, así de simple, así de complejo. Hay que poner las cartas sobre la mesa y pelear desde ahí, desde el conocimiento total de la situación.

En lo personal, me parece que este gobierno es uno más de esos que defienden un modelo neoliberal donde es indispensable la brecha económica. Pero con algunos límites. Y son esos límites los que molestan. Acá no se habla de reforma agraria, de expropiación de capitales, acá solamente se habla de unas retenciones que buscan equilibrar tan sólo un poco la balanza. Y miren lo que pasa.

Por último me detengo en la frase de De Angeli. Intolerable. Ese señor debería ir preso por agitador y por no creer en las instituciones democráticas. Acá hubo una elección y el pueblo votó. Guste a quién le guste. Si el Congreso ratifica la medida del Ejecutivo Nacional deberán acatar la resolución y volverse a sus casas. Eso es la democracia, esa con la que tanto se llenan la boca. No hay más nada que hablar. Si no les gusta, vendan sus tierras y vayan a sembrar soja a otro lado. Nadie se los impide. Esto no es Cuba, acá pueden salir del país. Abandonen sus campos y trabajen en esos países que tanto miran y tanto alaban. Quién los detiene. Las reglas de juego acá, en Argentina, son estas. Hubo una elección, la gente votó a un Gobierno y ese Gobierno tiene que poder gobernar tranquilo, sin presiones ni lobbys de empresas o grupos, extranjeros o nacionales. El que no las respeta, prisión o avión. No hay otra. Y sino, llamen a los militares, como siempre, como les gusta evocar cada vez que pueden. Vuelvan a exterminar a un pueblo y quédense con las ganancias. Pero ojo, no piensen que no van a encontrar resistencia.

Por último, dejo una letra de canción que creo va justo con este momento del país.


Nuestro amo juega al esclavo
(Beilinson - Solari)




Mucha tropa riendo en las calles
con sus muecas rotas cromadas
y por las carreteras valladas
escuchás caer tus lágrimas

Nuestro amo juega al esclavo
de esta tierra que es una herida
que se abre todos los días
a pura muerte, a todo gramo.

-Violencia es mentir-

Formidables guerreros en jeeps
los titanes del orden viril
¿Qué botines esperan ganar?
si nunca un perro mira al cielo.

Si hace falta hundir la nariz en el plato
lo vamos a hacer, por los tipos que huelen a tigre
tan soberbios y despiadados

-Violencia es mentir-.

martes, 3 de junio de 2008

Vale la pena intentarlo....

¿Qué sabes sobre Iraq?

Peter Lems
Lems s ZSpace page

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


Se necesita dedicación para comprender el actual impacto de la guerra y la ocupación en Iraq. La siguiente es una prueba para que puedas medir si estás al tanto.
1) ¿Cuánto gasta EE.UU. al día para la guerra en Iraq?
a) 100 millones de dólares
b) 270 millones de dólares
c) 525 millones de dólares
d) 720 millones de dólares

2) Si EE.UU. gastó 1 dólar al día en Iraq ¿cuánto sería destinado a reparaciones y ayuda humanitaria?
a) 7 centavos de dólar
b) 13 centavos de dólar
c) una fracción de un centavo de dólar
d) 1 centavo de dólar

3) ¿Cuál es la población de Iraq?
a) 53 millones
b) 12 millones
c) 27 millones
d) 100 millones

4) ¿Cuántos iraquíes han sido desplazados de sus hogares?
a) 8 millones
b) 100.00
c) 5 millones
d) 3 millones

5) ¿Cuántos iraquíes han sido muertos?
a) 750.000
b) 1 millón
c) 500.000
d) 17.000

6) ¿Cuántos iraquíes son ahora refugiados afuera de su país?
a) 3,7 millones
b) 750.000
c) 900.000
d) 2,4 millones

7) ¿Cuántos refugiados iraquíes ha aceptado Siria?
a) 75.000
b) 1,4 millones
c) 500.000
d) 900.000

8) ¿Cuántos refugiados iraquíes ha aceptado EE.UU.?
a) 750
b) 100.000
c) 725.000
d) 1.700

9) ¿Cuántos soldados de EE.UU. hay en Iraq? (Sin incluir a mercenarios y contratistas privados?
a) 50.000
b) 325.000
c) 700.000
d) 165.000

10) ¿Qué países tienen fronteras con Iraq?
a) El Líbano, Palestina, Corea del Norte, Pakistán
b) Yemen, Sudán, Somalia
c) Jordania, Siria, Turquía, Irán, Kuwait, Arabia Saudí
d) Afganistán, Pakistán, Tayikistán

RESPUESTAS : 1-D, 2-C, 3-C, 4-C, 5-B, 6-D, 7-B, 8-D, 9-D, 10-C
http://www.zcommunications.org/zmag/viewArticle/

jueves, 15 de mayo de 2008

Imágenes....




60 años de la Nakba

Hoy, 15 de mayo, se conmemoran los 60 años de la "Nakba" (Catástrofe) que marca el inicio del sufrimiento del pueblo palestino en manos del Estado Sionista Israelí. Al mismo tiempo se celebra la creación del Estado de Israel. "Celebrar" y "Conmemorar", esa simple diferencia marca la realidad de cada uno de los pueblos. Mientras unos festejan otros recuerdan con tristeza la pérdida de su identidad, de su tierra, de su patria.
La realidad del pueblo palestino divide las aguas. Parece que hay que estar a favor de los palestinos o de Israel. No hay términos medios. Estar a favor del retorno de los millones de refugiados a su hogar es estar en contra de la nación judía. Cuando uno, o por lo menos yo, habla del estado terrorista de Israel, no habla del pueblo judío. Es como decir que hablar del genocidio nazi es hablar de los alemanes. O tildar de asesino al estado norteamericano es hablar de todos los habitantes de esa nación. No. Uno habla de una institución, formada por personas que toman decisiones. Habla de un ejército que asesina a diario a niños, ancianos y civiles totalmente desarmados y desamparados. Un ejército que bombardea una playa donde se recrean familias. No habla de la nación judía. Identifica a una de las mayores potencias militares, un ejemplo de máquina de matar. El estado sionista de Israel no es todos los judíos. Es solamente eso, un estado.
Es necesario conocer la historia completa, escuchar todas las campanas, no quedarse con lo que opinan e informan solamente los grandes medios de opinión.
A continuación copio un artículo que leí en www.rebelion.org que me pareció ilustra el sufrimiento de todo un pueblo que demostró que jamás dejará de luchar, sea contra el ejército que sea. Esperemos que en algún momento llegue la paz, entendida como el fin del sufrimiento de todos, ni de uno ni de otros.


Carta de un refugiado palestino del Nakba, después de 60 años

Suhail Hani Daher Akel

www.suhailakeljerusalem.com

Partida de Nacimiento y llave de mi casa en Jerusalem

El exilio y el desarraigo violento es horrible. Es la mayor degradación que sufre un ser humano. Pasaron 60 años, y al parecer, el mundo aún no percibió en su magnitud la profunda tragedia sufrida por nuestro pueblo palestino, por los míos, en la que me incluyo.

El peso de la historia se volvió en pesadilla. La fuerza del dolor caló nuestros cuerpos. Fuimos convidados de piedra y simples observadores. La muerte y la destrucción formó parte de la fotografía familiar diaria, sellada en la mente durante las ultimas seis décadas.

Éramos un pueblo con precarios documentos de identidad firmados por extranjeros. Un pueblo simple de agricultores, ganaderos, hombres de manos curtidas y mujeres generadoras de vida. Nuestros antepasados, por generaciones sembraron nuestras raíces durante estos miles de años y nos conservaron en la memoria las veintisiete invasiones sufridas desde 1515 aC., en las que no pudieron arrodillarnos.

En los albores del siglo veinte, muy lejos de nuestra tierra se escucharon sonar los incesantes tambores de guerra del mundo. No había porque preocuparse. Era ajeno a nosotros. Los ocupantes nos aseguraron resguardarnos. Confiamos. ¿Debíamos haber confiado? No.

Los poderes fluctuantes y las guerras europeas compartieron sus ambiciones sobre el holocausto de su gente. A partir de ese escenario de violencia, se proyectaron los objetivos. Muchos de los nuestros lo minimizaron y lo vieron como agua en el espejismo. Desde Europa, sobre las retóricas de la victimización, los sionistas con sus secretos a voces nos empezaron a colonizar.

Nuestros abuelos osaron soñar con la libertad. Ni aquellos otomanos enquistados desde 1517, ni los británicos enclavados a partir de 1917, lograron días adecuados para nuestra gente. Sus pactos espurios disolvieron las promesas. Los violentos europeos judíos ajenos a nuestra tierra ya estaban entre nosotros. Y hay quien dijo que llegaron para quedarse.

Momentos hostiles, cargados de conspiraciones y boicot. Humillaciones, muertes y destrucción pusieron fuego a nuestra dignidad. Mi familia, al igual que el resto de nuestro pueblo los coronó el desconcierto. En el crepúsculo de la realidad estábamos solos y desprotegidos. Las bandas del terror sionistas nos hicieron sentir el inhumano sabor de su fanatismo.

Nadie nos echó una mirada. Occidente impuso un nuevo orden internacional. En nombre de la comunidad mundial, Nüremberg erigió sobre las 21 sillas de sus criminales de guerra el altar de la ética. Entretanto, la crispación de la violencia se desprendió de su seno recalando en nuestra vapuleada tierra. Otro holocausto más silencioso se concibió. Comenzamos a ser victimas de las victimas.

Todo ardió cerca nuestro. Desde Safad a Beersheba y de Jericó al Mar Mediterráneo. Nuestros lugares sagrados para la humanidad, como Jerusalem, Haifa, Jaffa, Galilea, Safad, Nazareth, Belén y Gaza, estallaron en sus cimientos al igual que casi medio millar de nuestras aldeas. Las persecuciones y las masacres se multiplicaron. Ninguno se interesó por nuestras desesperadas voces. Comprendimos que los majestuosos sillones de las capitales del mundo no estaban de nuestro lado. Nos disgregaron.

Las turbias aguas de ese espejismo se desbordó y nos ahogó en su marea. Nuestra tierra llamada Palestina fue llevada al atril de una nueva organización mundial. La partieron al igual que nuestras esperanzas, nuestras vidas, nuestras ilusiones y nuestros sueños.

Les concedieron derecho y legitimidad a robarnos las aldeas, las ciudades, nuestras casas, los campos, el ganado, nuestras riquezas naturales y nuestros frutales. Violaron nuestros derechos humanos y se quedaron hasta con nuestros muertos, enterrados a lo largo de nuestra milenaria historia. El mayor latrocinio sufrido por toda una nación, que no guarda registros similares.

Al girar la mirada durante nuestro forzado exilio, nuestras retinas enardecieron al ver descender de los abarrotados viejos barcos a miles de judíos portadores de distintos idiomas, costumbres e idiosincrasias. Con nuestra tristeza, los vimos por las callejuelas de nuestra ocupada Jerusalem, festejando con saltos, cantos y bailes la creación de su Estado en la negra madrugada del 15 de mayo del ’48 sobre nuestra patria y nuestra tragedia. Europa, Estados Unidos y buena parte del mundo suspiraron satisfechos y aliviados por su atrevimiento de crear una nueva nación muy lejos de ellos. No hubo sudario para nuestras lagrimas.

Que fue de nuestra tierra, de nuestros seres queridos, de nuestro mar y de nuestro cielo. Que fue de aquella estrella de Belén, que marcó el nacimiento de uno de los nuestros hace dos milenios. Como quedó mi casa de piedra en la vieja Jerusalem. En mano de quien quedaron los norteños campos con higos y cabras de mi padre en cercanías de las fronteras del Líbano. Somos un pueblo. ¿Que hicieron con nosotros?. Faltaron las respuestas. Lacónicamente me llamaron refugiado, al igual que la mayoría de mi pueblo. Luego, “terroristas” y cuantos apelativos generaron sus mentes difamatorias.

Tampoco los líderes de mis hermanos árabes hicieron lo suficiente. Varios de ellos acordaron con Israel antes que éste se retire -al menos- de la tierra del ’67. Otros, se embriagaron con sus propias palabras.

Desde el exilio repasé el libro de la vida para calmar mi gnosis de los 60 años de nuestra Nakba. Fue asaz. Cuan vendaval del infierno, me encontré que Palestina, ya no estaba en los mapamundi y la llamaron Cisjordania; Jerusalem, nuestra capital desde los años del rey Melquisedec, la refirieron capital de otro país, y nuestro nombre...no importó mucho. En la reversa, nuestros antiguos limites se lo tallaron a un poderoso nuevo Israel en expansión, donde nadie dudó en llamarlo Estado y darle identidad a su gente. Comprimí el libro sobre mi corazón para licuar mis lagrimas y reflexionar.

Sesenta años, fue la mayor parte de mi vida. Sesenta años para un pueblo extirpado de su nación, es demasiado. Sesenta años deambulando por los túneles de la promesa y la indiferencia, golpea nuestra dignidad.

Por estas horas, con fuerte carga de dolor y desde el paciente sillón del exilio, leí con estupor en los titulares de los diarios como Israel tendió las alfombras rojas –similar al color de nuestra sangre- para recibir a decenas de lideres mundiales encabezados por el estadounidense George Bush, en los festejos de sus seis décadas, con los mismos cantos y bailes en la ocupada Jerusalem. Me resistí aceptar aquel dicho popular, que reza: “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.”

Tampoco pude evitar el abismo de los interrogantes. ¿Celebrar con una potencia ocupante?. ¿Brindar sobre el tsunami que barrió a nuestro pueblo entre 1948 y 1967, y la actual limpieza étnica?. ¿Conmemorar con una nación que en la practica nació sobre la base del terrorismo y continúa con su terrorismo de Estado?…Por momentos recordé los bíblicos latigazos fariseos que sangraron la espalda del crucificado.

Fenecí en la congoja al reparar que algunos de estos lideres -que restaron importancia a las seis décadas de nuestra Nakba- luego de los brindis se trasladaron a nuestra microscópica tierra de sufrimientos, muros, ghettos y apartheid para dejarnos sus migajas de solidaridad y prometernos a voces vivas un Estado. ¿Dónde?, si en mi Estado hay otro.

Mis rebeldes entresijos se siguieron potenciando en estos 60 años. ¿Porqué adulteraron nuestra historia?. ¿Cuanto tiempo más y cuantas de nuestras generaciones deberán pasar esperando el retorno definitivo a nuestro Estado?. ¿Que derecho les asiste para hacer morir a mis padres en el exilio y nacer a mis hijos en la diáspora?. ¿Porqué me obligaron abandonar mis muertos, mi hogar, mi ciudad Jerusalem?. ¿Que ley y que moral me impidió retornar como palestino a mi tierra?. Acaso, fue el deseo de Dios, cuando ellos nos hablaron de la “tierra prometida”. O también a Dios le mintieron.

En el ejercicio de la autocrítica no lo puedo disimular. Con mayor fastidio me detuve en el presente bajo la ocupación israelí y el doloroso desencuentro en el actual frente interno que nos opacó. Nunca pensé que nos atreveríamos. Exponer afecto por quienes nos aborrecen y hostigarnos entre nosotros, son los pasos en la tiniebla que avergüenzan. Sentí un fuerte desencanto.

Cuando me dispuse recordar a mi pueblo en los 60 años de mi Nakba (Catástrofe), intenté trazar uno más de mis acostumbrados artículos. Con antecedentes, cargados de fechas, indecentes frases de los sionistas, números y textos de leyes jurídicas internacionales, ejemplos y mapas de nuestro dolor y de nuestras perdidas. Sin embargo, una fuerza interior me impulsó abandonar el estructurado proyecto e implementar el derecho a la memoria personal. Narrar con mi pluma de refugiado una muy exigua parte de mi experiencia.

En el conjunto de las evocaciones del doloroso pentagrama de vida, atesoré mi sangre palestina con la que comencé a escribir ésta, mi carta; conserve mi partida de nacimiento en Jerusalem, Palestina, asegurando mi identidad y mantuve la vieja llave de la puerta de mi casa en Jerusalem, a la espera del retorno. Esto lo heredé en mi exilio y lo dejaré en herencia.

(*) Ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina / Mayo 2008


martes, 29 de abril de 2008

Los muertos de uno y los heridos de otro

Cada cual tiene su objetivo militar. Quizás en esa diferencia esté la diferencia de las causas de cada uno.

El ejército israelí mata a siete palestinos, incluyendo una madre y sus cuatro hijos

Palestinian Information Center


Soldados del ejercito israelí mataron el lunes 28 de abril a siete palestinos, incluyendo a una madre y su bebé de un año, mientras que otros diez resultaron heridos cuando un proyectil lanzado por un tanque israelí destruyó su casa en el norte de Gaza.

Los testigos dijeron al periodista del PIC que la artillería del ejercito israelí había bombardeado y destruido completamente la casa de la familia de Abu Muaitek en la ciudad de Beit Hanun y matado a la madre y a sus cuatro hijos: Musab, de un año, Hana, de 3, Saleh, de 4, y Rudaina, de 6.

Afirmaron que el bombardeo había matado también a Ayub Attalla, de 17 años, y a Ibrahim Hajuj de las Brigadas de al Quds, el ala armada del Movimiento de la Jihad Islámica.

Debido a la enorme carencia de suministro de carburante que padece Gaza por el bloqueo de las autoridades de la ocupación israelí que paraliza todos los aspectos de la vida, los ciudadanos pidieron a todos aquellos que tuvieran coche con gasolina que acudieran al escenario del crimen del ejército israelí para evacuar a las víctimas.

Por su parte, el brazo armado de Hamas, las Brigadas Qassam Brigades, asumió la responsabilidad del ataque a cuatro soldados israelíes durante su incursión en Beit Hanun el lunes y añadieron que el "enemigo sionista" había reconocido que dos soldados estaban heridos.

A primera hora del domingo el brazo armado asumió la responsabilidad del lanzamiento de dos cohetes Qassam contra una base militar del ejército israelí al este de Deir Al-Balah en el centro de Gaza, de dos RPGs y de varios proyectiles de mortero contra vehículos blindados y bulldózeres del ejército israelí que avanzaban por tierras palestinas en la misma zona.

Para reflexionar

El siguiente texto nos plantea cuestiones que deberían ser de relevada importancia. Lejos estamos de discutir estas cuestiones. Me preguntaba quiénes deberían ser los que se preocupen por estos temas. Desde donde parte nuestra opinión. Quizá leer esto o pensar sobre esto no sea tan entretenido como otras cuestiones. Luego, cuando la crisis nos alcance no tendremos derecho a protestar. Somos nosotros, simples individuos sin más interés que lo propio, quiénes debemos tomar el futuro en nuestras manos ("Este asunto está ahora y para siempre en tus manos nene!").
La crisis del campo volvió a demostrar lo fragmentados que estamos. Dos bandos que parecen irreconciliables pero que en el fondo no lo están tanto.
Dejo el texto de quién escribe y, por lo tanto, dice mejor que uno.



Tierra y trabajo


Osvaldo Bayer

Página 12


¿Son las fantasías que tiene la realidad o es que a la historia hay que mirarla con ironía? Por ejemplo, esa Italia que fue capaz de enviarnos, hace más de un siglo, pensadores tan profundos como Malatesta y Pietro Gori, que nos hablaban que ya ahí, a la puerta, estaba esperándonos el socialismo en libertad por la decisión de todos; o ese Antonio Gramsci, muerto en la cárcel, convencido de que el marxismo era una unidad de teoría y práctica y arma definitiva del proceder revolucionario del movimiento obrero, sí, esa misma Italia acaba de elegir entusiasmada a Berlusconi. Berlusco.

Esto me hizo acordar, cuando triunfó Macri, que 102 años antes, en 1904, el barrio de La Boca había elegido al primer diputado socialista de América, nada menos que a Alfredo L. Palacios. Y justo ese mismo año, el 1º de mayo de 1904, los anarquistas reunieron allí setenta mil obreros para conmemorar el Día de los Trabajadores. Hoy, La Boca reúne ese número de gente cuando Boca Juniors juega con River Plate. Sí, setenta mil obreros en 1904, pese a la represión de Julio Argentino Roca, a palo limpio y disparos de Remington, que ocasionaron la muerte del primer héroe obrero del 1º de mayo argentino: Juan Ocampo, marinero, de apenas 18 años. A Juan Ocampo no lo recuerda ni una piedra en ningún rincón argentino, pero Roca tiene 36 monumentos argentinos. Y Macri acaba de levantar la figura de ese Roca, genocida de los pueblos originarios, en un discurso muy aplaudido.

De todas estas galas floridas y tornasoladas de la historia humana extraemos una que tiene que ver con la actualidad argentina. Se refiere a la Federación Agraria Argentina. Dos momentos. Primero, 1912, el grito de Alcorta. Cansados hasta el hartazgo de la explotación a que eran sometidos los chacareros por los terratenientes y los intermediarios, aquéllos se levantan y dicen basta. Emplean la misma arma que los obreros industriales, del transporte y todos los trabajadores dependientes: la huelga. Por supuesto que la prensa de entonces y de siempre califica a esta lucha como “una agitación artificial provocada por elementos extraños”. Los chacareros debían entregar al terrateniente treinta o cuarenta por ciento de sus productos y alquilar para las trillas sólo las máquinas de los señores de la tierra. Además, debían venderle su trabajo al precio que le fijaran ellos.

Cuando se inicia su huelga, los chacareros invitan a los sindicatos obreros a una reunión y la central obrera designa al gráfico –legendario dirigente– Sebastián Marotta para representarla. Allí Marotta le dice a los chacareros que deben salir de la situación en que se encuentran: es decir, que ellos, los colonos, no son ni “asalariados ni capitalistas” y los aconseja pasar a ser asalariados netos, obligando así a los patronos a “administrar sus tierras con el fin de que cargaran con todas las peripecias de las malas cosechas”. Tiempo después, Marotta escribiría: “Pensaba ilusoriamente que debía convencerse a los colonos, por vía de la propaganda, que una vez convertidos en asalariados, su lucha, desde el punto de vista de su nueva condición social, sí podía reportarles mejoras efectivas, tal como la rebaja de las horas de trabajo, preparándolos por la capacitación para su emancipación, expropiando de manos del capitalista la tierra y hacerla propiedad de todos”.

Si Marotta hoy viviera hubiera visto que la Federación Agraria hizo todo lo contrario a lo que él les proponía. Se alió con la Sociedad Rural, es decir, con los dueños de la tierra en el reciente lockout patronal del presente argentino.

La tierra. Los argentinos cantamos desde hace 95 años el “ved en trono a la noble igualdad”. Y los Martínez de Hoz, los Anchorena y los Luro siguen teniendo las pampas inmensas que les regaló Roca hace 130 años. Porque acaba de producirse el episodio de Tiófila Videla, puestera en el oeste pampeano, desde hace décadas y desde hace generaciones en ese lugar. Ella es criancera, en el idioma de esas llanuras. Bien, pero ahora se ha presentado el abogado Héctor de la Iglesia a reclamar su desalojo. Porque de pronto hay un dueño. Ante las protestas de Tiófila, el “comprensivo” abogado le dijo que la esperaría sesenta días y además movería sus “contactos” en la provincia para conseguirle una vivienda en otro lugar. Por el momento, la causa está parada, pero Malut, el Movimiento de Luchadores por la Tierra, va a seguir luchando para que se pare el desalojo de esa auténtica hija del campo. Porque más vale la vida y el trabajo que un papel fabricado en algún escalón burocrático. Malut ha señalado que apoyará siempre a los “pobladores ancestrales” y que los “puesteros son los legítimos pobladores de las tierras pampeanas”. Pensar que hace un siglo y medio los anarquistas surcaron los caminos al grito de “Tierra y Libertad”. Y hoy triunfan los burócratas por “contactos”.

Sí, los jornaleros de los campos gritaban “Tierra y Libertad”, y ese grito vale hoy para los seis campesinos paraguayos presos desde hace dos años en cárceles argentinas por el pedido de extradición del gobierno paraguayo. El pretexto de la Justicia argentina es que Paraguay es un “estado de derecho” y su pedido, por lo tanto, es legítimo. ¿Estado de derecho un gobierno que ha pisoteado siempre hasta los más mínimos derechos de defensa de los perseguidos políticos? Es como en tiempos de Isabel Perón, que se decía era un estado de derecho, con las Tres A. Ojalá muy pronto el nuevo presidente paraguayo Fernando Lugo, con su empuje hacia la verdadera democracia, solucione definitivamente este drama que la Justicia argentina no ha sido capaz de resolver.

El grito de “Tierra y Libertad” de los campos fue convertido en “Trabajo y Libertad” por los proletarios de las ciudades. Vayamos ahora a nuestras ciudades. En La Plata se ha producido el caso Mafissa. Los obreros de esa fábrica acaban de sufrir una represión brutal y absolutamente desmedida. Los conflictos del trabajo deben resolverse siempre en el diálogo entre partes y el Estado y la Justicia deben actuar como mediadores, pero mediadores que se preocupen principalmente por solucionar los problemas de trabajo de quienes tienen que alimentar a sus jóvenes familias. Esa debe ser la verdadera democracia. No, ante el despido repentino de personal, los obreros ocuparon la fábrica y la Justicia ordenó reprimir enviando 700 efectivos policiales –sí, tal cual, las filmaciones y fotos no nos dejan mentir–, con caballería, el grupo “Halcón”, helicópteros, tropas de asalto y toda la parafernalia. Durante 25 minutos los uniformados dispararon balazos de goma y gases lacrimógenos. Desalojaron la fábrica y se llevaron a dieciocho defensores del derecho al trabajo. Los trataron bajo condiciones humillantes: fueron a parar a calabozos en las comisarías junto a presos comunes, estuvieron más de 12 horas esposados y los llevaron a lugares de detención a cien kilómetros de sus hogares. Algunos sufrieron magulladuras. La Justicia, por supuesto, les inició juicio a los que defendían el derecho al trabajo y no a quienes ejercieron el poder del que posee el dinero. Los 18 obreros están acusados de “coacción agravada, violación a la propiedad privada y portación de armas tumberas”. Esto último es risible, porque se trató de juguetes y de una gomera que habían llevado los chicos, ya que durante la ocupación se hicieron muchas reuniones de familias enteras que acompañaron a sus padres obreros. Las familias de los despedidos no tienen ninguna entrada, de manera que han tenido que salir a trabajar las mujeres y los hijos adolescentes. Ellas se han unido y han hecho acampes frente a la casa de gobierno en La Plata. Una de ellas me dice: “Vamos a seguir luchando con nuestros maridos hasta que se haga justicia, no queremos que nuestros hijos tengan que ir a juntar cartones en este país lleno de riquezas”.

Como ciudadano argentino pediría a los responsables del Gobierno y la Justicia que nombren a una comisión de neutrales para que analice esta situación de increíble injusticia, que se elabore un informe y que se trate de defender lo que más vale en una sociedad: el derecho al trabajo. Nada más. Y que los responsables vayan pensando en que la salida más democrática es propender a las cooperativas laborales y no a la dependencia de un dueño de todo, de la propiedad y las influencias. El caso Mafissa es típico de capitalismo medieval que hay que saber contener en una democracia.

Porque hablemos del dueño de ese establecimiento petroquímico que elabora fibras sintéticas. Una empresa que contamina el ambiente. Se puede ver en el número de obreros que padecen enfermedades típicas del trabajo insalubre, y también de los muertos como consecuencia de ese trabajo. Además, hay numerosos sordos, porque no se respetan los límites legales de decibeles de los ruidos de las máquinas. ¿Y los inspectores dónde están?

Pero vayamos al dueño, el señor Jorge Curi, propietario del establecimiento. Es autor del libro ¡¡Arriba Argentina!, que es un canto de adulación increíble hacia la dictadura militar, escrito en 1977. Basta leer este párrafo donde se expresa así sobre los desaparecidos: “A los argentinos nos consta que nuestro actual gobierno ha derrotado ampliamente a la subversión y ha obligado a muchos de sus componentes a emigrar a lejanos países donde, bien pertrechados de dinero, descansan y esperan...”. En los archivos de Dipba han aparecido las actas donde esa empresa pide a la policía “la incorporación a la fábrica de tres hombres” (de los servicios) “a quienes se les abonará el salario correspondiente a fin de que se logre identificar al núcleo de personas disolventes”. Así desaparecieron trece obreros de esa empresa. Realidades argentinas: hoy, los mismos dueños han recibido la ayuda de la Justicia y la policía para reprimir el legítimo pedido de las fuerzas representativas obreras.

Después de leer estos documentos salgo a caminar, veo nuestras calles con nostalgia y tristeza. Pienso: se acerca otro Primero de Mayo, Día de los Trabajadores... En 1904 iban cantando setenta mil proletarios, por esas mismas calles, aquel himno que los llenaba de futuro :

Ven. Oh mayo, te esperan las gentes,

Te saludan los trabajadores

Dulce pascua de los productores,

Ven y brille tu espléndido sol

De tiranos del ocio y el oro

Procuremos redimir al mundo

Y al unir nuestro esfuerzo profundo

Lograremos al cabo vencer.

viernes, 11 de abril de 2008

Es una de esas noches.....en que a todos nos gusta

No hay mucho para decir. Mañana a las 21hs comenzará otra misa de estas que cada tanto, muy cada tanto, unen a los fieles de todo el país a festejar que estamos acá, vivitos y coleando. El indio saldrá al escenario y nosotros disfrutaremos con cada momento, con cada canción, sean las que sean, que quedaran grabadas en nuestro cuerpo.

A esta altura entendí que la música, en esto por lo menos, es una mera excusa. Estamos afuera del sistema, lo sabemos, pero generalmente nos encanta.

Llegó el momento de disfrutar, Patricio Rey vuelve a hacerse presente a través de uno de sus emisarios, esto es lo que hay hoy, quizá en un futuro volvamos a encontrarnos con Patricio Rey en todo su esplendor.

Pedazo de poesía

Aquella persona a quién va dedicada esta canción ya lo sabe, no hace falta decirlo.

Judith

(Silvio Rodríguez)

No puedo dejarte de ver
arañando el silencio con tus ojos,
tratando de decir algo que las palabras
nunca hubieran dicho mejor.
Aquella mirada era el resumen
de la noche posada en tus ojos,
con su lluvia, su viento y tu miedo al mar
y aquel sueño que te conté.

No puedo dejarte de ver
describiendo una estrella descubierta por mí
en tu erótica constelación
que no cabe en los mapas del cielo.
Tu mano dibujando en el aire,
era capaz de ponerle color
al espacio vacío, que se llenaba
con la luz de la estrella brillante.

Cuida bien tus estrellas, mujer,
cuida bien tus estrellas.


No puedo dejar de decir
que hay idiomas perfectos por descubrir
y que son olvidados frecuentemente
en el tedio del tiempo.
Y que hay que buscarlos,
porque los barcos y las piedras
tienen abecedarios mejores
para demostrar que son bellos sencillamente,
sin palabras o esquemas.

No puedo dejar de decir
que esta triste canción a tu lado oscurece,
que quizás este sea el último misterio
que mirarán tus ojos nacer de mis manos.
Pues es tarde quizás para mí
y Caín me ha marcado sobre la frente.
Pero quiero alertarte de un gran peligro
y quisiera encenderte esta frase en la mente:

Cuida bien tus estrellas, mujer,
cuida bien tus estrellas.
Y que nunca las pierdas.

(1969)

jueves, 10 de abril de 2008

No hay mucho para decir

Cuando me enteré a través de los medios la prohibición en Venezuela de "Los Simpson" me pareció extraño. Igualmente al principio salió ofenderme por una actitud tan necia del gobierno venezolano, un error de cálculos. Realmente creo que, más allá de los gustos personales, Los Simpson aporta una visión crítica y ácida de la realidad norteamericana y mundial. Mediante el humor ridiculizan a personajes nefastos de la política, llámese Bush, Gorbachov, Nixon o como quiera que se llame. A mi entender representan un aporte gigante entre tanta mediocridad. Al escuchar que serían censurados no pude evitar sentirme defraudado por un gobierno que, si bien no es de mi agrado total, representa una posición diferente a la del resto de los estados mercenarios sudamericanos.
Luego, encontré la nota que reproduzco a continuación y mi tristeza y ofensa se calmó. Igualmente, creo que la medida finalmente tomada no es del todo feliz. Si Los Simpson pueden resultar dañinos para los niños, no me quiero imaginar lo nocivo que resultan los noticieros con sus imágenes cargadas de violencia y las novelas infantiles que no hacen más que uniformar e idiotizar a los chicos bien.
Dejo la nota de Pascual Serrano para que cada uno saque sus conclusiones.

Ahora Chávez persigue a Los Simpson
Pascual Serrano
Rebelión
Imaginemos que el departamento de protección audiovisual de la infancia de México o de Perú requiriese a una televisión de su país el cambio de horario de la serie Los Simpson por no considerar adecuada su emisión en horario infantil. ¿Alguien se imaginaría medio centenar de titulares de prensa en medios hispanos del tipo de “Los mexicanos no podrán ver Los Simpson”, “Mexico prohibe la emisión de Los Simpson” o “A Calderón no le gustan Los Simpson”? Evidentemente es difícil pensar en decenas de medios titulando así. Ahora bien, si eso ocurre en Venezuela la cosa cambia. Esto encontramos en un vistazo a Google news:

A Chávez no le gustan Los SimpsonRegión del Maule - hace 7 horasLos niños venezolanos ya no podrán ver Los Simpson. El gobierno de Chávez ha obligado a retirar la famosa serie de la programación. ...

Los venezolanos no podrán ver 'Los Simpson'LaGuiaTV.com - hace 3 horas... según las leyes venezolanas -que consieran que las 11 de la mañana están dentro del horario infantil- de continuar con las emisiones de Los Simpson la ...

Venezuela prohibe la emisión de "Los Simpson" Xornal

Venezuela prohíbe la emisión de 'Los Simpson' Terra España

'Los Simpson', prohibidos para los niños en VenezuelaEl País (España) - hace 4 horasLos niños venezolanos ya no podrán ver Los Simpson. El gobierno de Chávez ha obligado a cambiar a Televen, un canal privado de televisión, el horario de la ...

Venezuela: salen los SimpsonsBBC Mundo - hace 4 horasLa serie de dibujos animados Los Simpsons salió de la televisión venezolana por ser considerada por un organismo de control como "inapropiada" para menores ...

Chávez censuró Los SimpsonsLa Cuarta - hace 6 horasAunque la versión oficial habló de la queja de al menos dos televidentes, la oposición venezolana acusó al Presidente Hugo Chávez de censurar la serie ...

Venezuela veta 'Los Simpson' por ser mala para los niñosReuters España - hace 7 horasCARACAS (Reuters) - Venezuela ha retirado de su programación televisiva la serie de dibujos animados estadounidense "Los Simpson", considerando el programa ...

CHÁVEZ 'ESTRANGULA' A LOS SIMPSONSPR Noticias (Comunicados de prensa) - hace 9 horasLa Comisión de Telecomunicaciones de Venezuela ha calificado a ‘Los Simpsons' de serie ‘no apta para los niños', instando a la cadena que posee los derechos ...

Venezuela prohibe la emisión de "Los Simpson"Xornal - hace 9 horasXORNAL I Caracas.- Los venezolanos ya no podrán ver Los Simpson. El Gobierno de Hugo Chávez ha obligado a al canal privado de televisión Televen a retirar ...

Venezuela prohíbe la emisión de 'Los Simpson'Terra España - hace 11 horasEl Gobierno venezolano ha prohibido la emisión de los dibujos animados 'Los Simpson' asegurando que son una mala influencia para los niños, ...

Venezuela prohíbe la serie televisiva Los SimpsonsEl Ciudadano (Rosario) - hace 17 horasLa Comisión de Telecomunicaciones de Venezuela, que tiene la facultad de imponer multas a los medios, indicó que 'Los Simpsons' es "una serie no apta para ...

Venezuela prohíbe a los Simpsons y los sustituye por 'Los ...20 minutos - hace 18 horas'Los Vigilantes de la Playa' ha sustituido a 'Los Simpsons' en la televisión venezolana. (ARCHIVO). El país sudamericano ha eliminado de la programación las ...

CANAL SUSPENDE SERIE "LOS SIMPSON"2001.com.ve - hace 22 horasVoceros de la empresa declararon que "hubo que sacar" al programa del aire, aunque la objeción gubernamental se refería al horario de la transmisión. ...

Venezuela no verá más a los SimpsonsEl Diario de Hoy - 7 Abr 2008na de las caricaturas más famosas del mundo "Los Simpsons", ya no puede ser vista por ninguna persona en la polémica Venezuela. ...

Hugo Chávez ataca hasta a los dibujitos animadosInfoBAE.com - 7 Abr 2008El gobierno de Venezuela pidió sacar del aire a la popular serie Los Simpsons y ordenó que sea reemplazada por Baywatch. El caudillo caribeños argumentó su ...

El gobierno de Chávez censura a “Los Simpson”La Capital (Rosario) - 7 Abr 2008Caracas.— Un canal de Venezuela decidió sacar del aire a "Los Simpson" por presiones del gobierno de Hugo Chávez. La asesora de comunicaciones del canal ...

Los Simpson salen de TV venezolana por regulación oficialEl Universo - 7 Abr 2008CARACAS, Venezuela AP Un canal de televisión de Venezuela decidió sacar del aire a Los Simpson y sustituir a la disfuncional familia animada por ...

Lo que ha sucedido en Venezuela es que el organismo regulador denominado Consejo de Telecomunicaciones, tras recibir varias quejas ha determinado que en aplicación de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión que prohíbe los "mensajes que atentan contra la formación integral de niños, niñas y adolescentes", la serie los Simpson debía de abandonar el horario infantil en el que se emitía por la cadena de televisión Televen. Por tanto, son falsos todos los titulares anteriores: no se prohíben, no se impide su emisión (sólo se cambia de horario), no se vetan, los venezolanos los pueden seguir viendo, ni siquiera se le impide a los niños (pueden hacerlo fuera del horario infantil), no sabemos si le gustan a Chávez o no, el presidente de ese país no ataca a ningunos dibujos animados ni los estrangula… La única censura que han sufrido Los Simpson, fue de su propio canal estadounidense, Fox, que censuró en un capítulo la frase "This sure is a lot like Iraq will be", que podría traducirse como "Esto se parece mucho a como estará Iraq". Hacían referencia a la imagen devastada de Springfield, la ciudad de los Simpsons, que por lo visto ha sido atacada por los marcianos en una guerra en la que la excusa es que tenían armas de "desintegración" masiva.
Lo que ha sucedido en Venezuela es sólo que el Estado, a través de un organismo profesional, ha considerado que tenía que asumir la responsabilidad en que los contenidos de televisión en el horario infantil se ajusten a criterios pedagógicos y educativos para los niños. Podría haber ocurrido como en España, donde los medios no critican la política gubernamental porque no es ninguna. En España no se les exige nada, existe sólo un Código de Autorregulación que han creado las cadenas y que luego no lo cumplen. Un informe de la Universidad Rey Juan Carlos difundido en julio del pasado año denunciaba que las cadenas de televisión cometieron nada menos que 9.000 infracciones del código de la infancia en 14 semanas. “Las televisiones de ámbito estatal (TVE 1, Antena 3, Cuatro, Tele 5 y la Sexta) infringieron en tan sólo 14 semanas 9.000 veces el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia”, señalaba el informe realizado por el Grupo de Investigación sobre Comunicación, Sociedad y Cultura (GICOMSOC) de la Universidad Rey Juan Carlos. El trabajo analizó del 25 de septiembre al 31 de octubre y del 2 enero al 12 de abril, de lunes a viernes, las más de 1.400 horas de producción televisiva que emitieron esas cinco cadenas en horario infantil de protección reforzada (entre las ocho y las nueve de la mañana y entre las cinco y las ocho de la tarde).
De estas 9.000 infracciones, la mitad (49%) correspondían a comportamiento social, seguidas de temática conflictiva (25%), violencia (20%) y sexo (6%).
Las infracciones afectaban desde a las telenovelas a las series de televisión, incluidos los dibujos animados, y cita los ejemplos de de "Shin Chan" en Antena 3 "en el que el protagonista es un niño con comportamiento social inadecuado, lenguaje soez o actitudes sexistas, así como referencias sexuales constantes en todos y cada uno de sus capítulos”. También citan otros ejemplos de dibujos animados como "Bola de dragón" y "Pretty Cure", ambas del género manga.
El gobierno se limitó a pedir a las televisiones que cumplan el código, que es lo mismo que autorizarles a seguir incumpliéndolo. Vale la pena el reportaje de El País del 26 de noviembre pasado
"La telebasura devora a los niños", de María R. Sahuquillo y Rosario G. Gómez, donde se recuerda que "Peleas conyugales, infidelidades e insultos dominan la programación televisiva en horario infantil - Crecen las voces que exigen sanciones y un consejo supervisor". De hecho, alguna televisión tomó nota, como La Sexta, que en enero dejó de emitir "Padre de familia" al mediodía, según parece atendiendo a las masivas quejas que consideraban inadecuada la emisión de dicha serie en un horario tan al alcance de los niños.
No es descabellado pensar que, con criterios educativos y pedagógicos, se pueda considerar la magnífica serie Los Simpson no apropiada para niños de siete años por la irreverencia de sus contenidos, cuya ironía no puede ser captada por los menores. Por cierto, el juego para Nintendo de los Simpson donde Homer no hace otra cosa que comer y caerse está recomendado para mayores de doce años por el fabricante. La página web especializada en los Simpson Rapids Simpson establece el género de la película como
Animación; Comedia. Clasificación por edades 'PG-13', no recomendada para menores de 13 años, por 'humor irrespetuoso e impertinente a lo largo de la película'”.
Además,
la película de Los Simpson fue calificada para mayores de 13 años en Estados Unidos, en Colombia fue clasificada para mayores de 7, en Portugal y Alemania para mayores de seis y en México la versión en inglés fue clasificada para mayores de 13 años. Nadie con un mínimo de criterio pedagógico discute que la seria Los Simpson es para adultos.
En cualquier caso, lo que se plantea es si creemos que un organismo regulador público gestionado por profesionales puede tener competencias para definir qué contenidos son aptos para el horario infantil o dejamos que las cadenas nos tomen el pelo estableciendo códigos de autorregulación que luego no cumplen para aparentar criterios éticos.
O quizás ni ese dilema existe en esos titulares, sólo la necesidad de mentir una vez más para poder poner en la picota al presidente de Venezuela Hugo Chávez. Por cierto, un país en el que como revela Javier Adler os Simpsons no debe desagradar tanto al gobierno cuando su
Ministerio de Cultura organizó un “cine foro para discutir y analizar la película” de Los Simpson.
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